La solicitud de permiso o renuncia o como le quiera llamar de Alejandro Gertz sí tenía entrelíneas una razón grave: su negligencia y el uso del cargo para fines personales. Esperemos que no sea su caso, doña Ernestina
LIC. ERNESTINA GODOY,
ENCARGADA DEL DESPACHO,
FISCALÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA:
+ Ética: normas morales que rigen la
conducta de una persona.
Diccionario de la Real Academia
¡Vaya paquete que está asumiendo, doña Ernestina!
Su nombramiento para el interinato frente a la Fiscalía General de la República -y que lo más probable es que se convierta en un nombramiento en firme- ha generado buenas expectativas, dada la buena relación institucional que usted sostiene con el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, y los buenos resultados que dieron en la CDMX. Pero hasta ahí llegan las buenas noticias, porque su antecesor le dejó un cochinero.
Cuando se presentó la Estrategia Nacional de Seguridad, me llamó la atención que dentro de los 30 indicadores de éxito solo uno se refiriera a la vinculación con la FGR y que a la letra dice: “Variación porcentual de personas puestas a disposición del MP consideradas objetivos generadores de violencia”. Entiendo que no podía invadir funciones para cerrar el círculo agregando que el éxito estaría en que la mayoría de esas personas fueran procesadas por un juez y que la carpeta de investigación no durmiera el sueño de los justos. Pero su antecesor tampoco presentó algún plan de trabajo o estrategia que se vinculara a la de seguridad. Es de desear que usted sí lo haga y nos lo comparta.
Porque, imagínese doña Ernestina, si los casos que alcanzaron atención mediática no progresaron al punto de concluir las investigaciones para que los presuntos delincuentes fueran detenidos y presentados ante un juez, qué se puede esperar del resto de los casos que la SSPC ha logrado.
A usted tocará hacer algo por aumentar y profesionalizar a los ministerios públicos, por coordinarse con las fiscalías estatales, por combatir el rezago de las 42 mil averiguaciones previas pendientes y no dan el paso siguiente jurídicamente hablando. Y eso se refleja en el altísimo nivel de impunidad delincuencial que sufre el país.
Contar con más y mejores ministerios públicos cuesta y el presupuesto para la FGR en 2026 no es el adecuado; su antecesor solicitó 21 mil 600 millones, pero la Cámara de Diputados le tumbó 933 so pretexto de asignarlos a educación. Me pregunto por qué no sacaron esos dineros del dichoso Tren Maya, ese elefante blanco que sigue costando al erario. Pero así son nuestros legisladores, caray.
Lo cierto es que por mucho que haga el licenciado Harfuch, le falta la cooperación de la FGR. Mire los datos, doña Ernestina:
De acuerdo con Índice Global de Criminalidad 2025 de la Global Initiative Against Trasnational Organized Crime, México acumula 7.68 puntos en una escala del 1 al 10, lo cual lo lleva a ocupar el tercer lugar mundial de entre 193 países medidos. ¡El tercero en criminalidad!
El Índice se compone de 20 subíndices, así que solo citaré aquellos donde el riesgo es mayor: extorsión (9.0), tráfico de armas (9.0), comercio de drogas sintéticas y de cocaína (9.0), delitos financieros (8.5) y trata de personas (8.0).
Y la resiliencia de México ante el crimen organizado anda de capa caída, pues apenas llega a 4.50, ubicándose en el lugar 111 a nivel global. En lo que a resiliencia se refiere, el Índice cuenta con 11 subíndices; en diez de ellos estamos reprobados, pero destacan a la baja: el liderazgo y la gobernanza (3.0), la integridad territorial (3.0), el sistema judicial y detención (4.0), la aplicación de la ley (4.0). En lo único que calificamos bien es en cooperación internacional.
Al parecer, la petición de la presidenta Sheinbaum es poner particular atención a los delitos de huachicol fiscal, las factureras y, desde luego, el narco en sus distintas vertientes de delitos, poniendo énfasis en la extorsión. Los dos primeros delitos tienen impacto en las arcas públicas, pero el tercero es un flagelo en todo el país y para la mayoría de los mexicanos.
La expectativa dentro y fuera del país es que usted sí dé resultados, como lo hizo en la CDMX en coordinación, precisamente, con don Omar. No se trata solamente de que usted logre la detención y procesamiento de dos o tres personajes relevantes, sino que sea más extensiva la procuración de justicia. Será la mejor manera de que en las reuniones de coordinación binacional, los EUA empiecen a confiar en usted.
Tan pronto fue designada, usted expresó que “Asumo este nuevo encargo con la misma convicción que ha guiado toda mi vida profesional: servir al pueblo de México con ética, firmeza y profundo sentido de justicia”. Ahora, cúmplanoslo.
La solicitud de permiso o renuncia o como le quiera llamar de Alejandro Gertz sí tenía entrelíneas una razón grave: su negligencia y el uso del cargo para fines personales. Esperemos que no sea su caso, doña Ernestina.
+ Con la colaboración de Upa Ruiz
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