Los resultados de la elección acreditaron el potencial de los candidatos independientes. Su logro más evidente fue acabar con el monopolio de los partidos sobre la representación política. Pero en algunos casos el logro fue aún mayor: mostraron que es posible romper la hegemonía de los poderes establecidos y crear nuevas formas de hacer política. … Continued
Los resultados de la elección acreditaron el potencial de los candidatos independientes. Su logro más evidente fue acabar con el monopolio de los partidos sobre la representación política. Pero en algunos casos el logro fue aún mayor: mostraron que es posible romper la hegemonía de los poderes establecidos y crear nuevas formas de hacer política.
En Nuevo León, El Bronco atrajo el voto de la indignación y arrolló a los partidos. Las redes sociales le permitieron compensar un muy limitado acceso a spots. Aún así, ni su discurso, ni su imagen, ni su relación con los grupos de poder en el estado lo colocan al margen de los esquemas tradicionales de la política.
Su discurso fue el de un populista en sintonía con el descontento social. Desde que dejó el PRI, expresó su deseo de unirse a todos los “encabronados” con los partidos. La imagen que construyó fue la de un caudillo capaz de acabar con la mafia de los partidos y resolver los problemas de su estado “con huevos”. Aún cuando se definió como un “llanero solitario”, no fue ajeno a los poderes establecidos. Ofreció apoyos a empresarios locales y muchos de los recursos de su campaña provinieron de ese sector. Contó además con el respaldo del diario El Norte.
Pedro Kumamoto también venció a los partidos políticos. Con apenas 25 años de edad, este líder estudiantil será el primer diputado local independiente de Jalisco. Sin apoyos de los grupos de poder construyó su candidatura “desde abajo”. En alusión al movimiento “Occupy Wall Street” invitó a los ciudadanos a “habitar” la política. A partir de ello formó una amplia red de voluntarios e integró un grupo de asesores expertos en los temas de la agenda ciudadana.
La suya fue una campaña con pocos recursos económicos y menos acceso a los medios de comunicación. El límite máximo que estableció para las aportaciones privadas fue de 7 mil pesos. Su mensaje lo comunicó a través de internet y redes sociales. En lugar de actos masivos, privilegió el encuentro con los ciudadanos en sus hogares y centros de reunión.
Ambos candidatos derrotaron a los partidos, pero Kumamoto mostró que es posible construir una nueva política en el país, basada en el empoderamiento de la ciudadanía y sin compromisos con los grandes intereses que tanto han contaminado este espacio público.