De última hora me enteró que hasta el cuarto para las 20 horas de ayer, tampoco ha llegado el hidrocálido Juan Antonio Martín del Campo. ¿Serán los 41 como en el famoso baile del porfiriato?
Tal parece que el mes de septiembre ligado el número 43 han tenido en los dos últimos sexenios una accidentada coincidencia: La noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014, sucedió la desaparición de 43 estudiantes de la escuela Normal Rural, ‘Raúl Isidro Burgos’, de Ayotzinapa, Guerrero, a los que después se les conoció de coloquialmente como ‘Los 43’.
Diez años después, sin que el caso de ‘Los 43’ de Ayotzinapa se haya resuelto y no tenga nada que ver, aparte de la coincidencia numérica y la casualidad septembrina, con el tema de la columna de hoy, surgen, y se hacen famosos, otros 43, estos senadores de la República que se oponen a la reforma del Poder Judicial con la que el presidente López Obrador quiere terminar su gobierno para luego retirarse a su finca de Palenque donde piensa ponerse a escribir y ver crecer árboles y plantas y no recibir a nadie que quiera hablar de política. Vamos, ni siquiera a su hijo y tocayo Andrés Manuel, que aspira a un puesto en la dirigencia de Morena.
Los 43 senadores opositores que habían sido considerados por Claudio X. González, “héroes de la República”, hasta el domingo pasado cuando los legisladores de Morena y sus aliados del PT y del Verde Oportunista aprobaron en comisiones la minuta de la reforma; misma que hoy (martes) pasará a la Cámara Alta para su discusión entre los 85 de Morena y asociados —les falta uno para ser mayoría calificada— y los 43 opositores al oficialismo, repartidos de la siguiente manera: 22 senadores del PAN, 15 del PRI, 6 de Movimiento Ciudadano y Manlio Fabio Beltrones, el más priista de la Cámara Alta y que aparece como senador sin grupo, repudiado hasta por su antiguo amigo y protegido protegido Manuel Añorve, así de asquerosa es la política..
Mientras tanto, la ministra Norma Lucía Piña, presentó una alternativa que contrasta con la reforma que se discute, la propuesta de la señora Piña, contra “la demolición del Poder Judicial” consta de dos documentos: ‘Reforma integral al sistema de justicia en México, desafíos y propuestas’ y ‘La Reforma al en los que Poder Judicial en voz de la Judicatura’, plantea conceptos como la Ley Nacional de Carrera Judicial, eliminar figuras como la prisión preventiva oficiosa, la desmilitarización de la seguridad y mayor presupuesto para los poderes judiciales estatales. De los elevados sueldos y prominentes prestaciones de Ministros y magistrados, al parecer le parecen correctas.
En el mismo documento la ministra reconoce que, si bien ha disminuido, en el Poder Judicial existe, todavía, demasiado nepotismo. De esta afirmación se valió la presidenta electa, Claudia Sheinbaum para atribuir como algo ‘escandaloso que la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación reconozca que hoy en día las relaciones familiares son la principal vía para ingresar a los órganos judiciales’. (Tío, ¿ya tienes el expediente? Prima, sácale copias a este documento. Le voy a pedir a mi hermano que las saque porque hoy es cumpleaños de mi cuñado y va a haber una fiesta en el archivo).
En estas ando cuando me entero que Miguel Ángel Yunes Márquez no llegó a la reunión de la bancada del PAN en el Senado a la que se convocó para la tarde de ayer con el fin de fijar una estrategia previa al debate en el Senado hoy. Ni él ni su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, que es su suplente. ¡Bonita mancuerna! Será que los 43 ya se volvieron los 42 que chuparon faros con la reforma.
De última hora me enteró que hasta el cuarto para las 20 horas de ayer, tampoco ha llegado el hidrocálido Juan Antonio Martín del Campo. ¿Serán los 41 como en el famoso baile del porfiriato?
Punto final
-¿Ya estarán mis enchiladas?
-No joven, ni que fueran la aprobación de la reforma al Poder Judicial.