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Durante los últimos seis meses, el dólar estadounidense se ha depreciado contra la mayoría de las monedas a nivel global. Esta debilidad se da después de un periodo continuo de apreciación observado entre junio del 2021 y octubre del 2022.

De acuerdo a los datos del Nominal Broad U.S. Dollar Index publicado por la Fed de San Luis y que mide el desempeño del dólar frente a una canasta de monedas internacionales, el dólar se ha depreciado aproximadamente 7% entre octubre y el cierre de la semana pasada.

A pesar de esto, el dólar todavía se encuentra ligeramente por arriba de su nivel antes del inicio de la pandemia y considerablemente por arriba de su nivel promedio de los últimos 10 años de acuerdo con el mismo índice.

Sin embargo, esta reciente debilidad, aunada a algunos eventos que han llamado la atención de los medios financieros, han reactivado el debate sobre el desafío de otras divisas al dominio histórico del dólar como moneda global de reserva e intercambio comercial.

Dentro de estos eventos destacan: 1) El primer contrato de compra de gas natural entre Francia y China denominado en yuanes en lugar de euros o dólares; 2) El anuncio de Rusia considerando la incorporación del yuan como divisa a sus reservas internacionales; 3) Un acuerdo entre China y Brasil para usar el yuan como moneda de intercambio para transacciones comerciales en lugar del dólar; 4) El anuncio de que Arabia Saudita podría aceptar yuanes en lugar de dólares en ventas de petróleo; 5) La noticia de que los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) están considerando desarrollar una nueva divisa; 6) La decisión de India buscando la liquidación de operaciones de comercio internacional con algunos socios comerciales en Rupias en lugar de dólares; 7) El anuncio de que el yuan ha superado al euro como la divisa más importante en las reservas internacionales de Brasil; 8) La publicación de datos del FMI que revelan que una tercera parte de las reservas internacionales de Rusia están en yuanes; 9) El acuerdo entre Rusia y China para evitar el dólar y usar el yuan como divisa para operaciones de comercio internacional; y 10) el repunte en el precio del oro y las criptomonedas después de la crisis en algunos bancos regionales en Estados Unidos.

Para algunos observadores, estos eventos auguran el principio del fin del dominio global del dólar como divisa en el comercio internacional y como moneda de reserva; y el surgimiento de otras divisas para estos propósitos, como el yuan.

Sin embargo, esta historia no es nueva. El dólar viene perdiendo terreno como moneda de reserva ante otras divisas desde hace tiempo. En lo que va de este siglo, la participación del dólar dentro de las reservas internacionales oficiales de todos los bancos centrales a nivel global ha bajado de 71 a 59 por ciento.

Mientras tanto, en el mismo periodo la participación del dólar como divisa para las transacciones de comercio internacional se ha mantenido relativamente estable en un nivel cercano a 60 por ciento.

La segunda moneda más importante para el comercio internacional es el euro con una participación de aproximadamente 25%, la siguiente divisa es el yen con una participación cercana a 10%, después sigue la libra esterlina y finalmente el yuan con un market share minúsculo.

En la opinión de este columnista, el declive del dólar como moneda de intercambio y reserva se está exagerando y sacando de contexto.

Aunque el dólar seguirá perdiendo participación de mercado como moneda de reserva y divisa para el comercio internacional, esto podría tomar décadas y será una consecuencia natural, como hasta ahora, del crecimiento en la importancia de otras economías a nivel global.

La divisa que algunos medios han posicionado como la principal amenaza al dólar es el yuan. Sin embargo, mientras ésta sea una moneda sujeta a controles de capitales no será fácil que le dispute al dólar su dominio.

Para China, los controles de capitales y la intervención en la cotización de su moneda obedecen a un tema de control político, pero también a motivos económicos, por lo que se antoja difícil que el régimen de Xi Jinping elimine estas prácticas.

En conclusión, la desdolarización de la economía global es un fenómeno que podría tomar décadas a pesar de lo que algunos encabezados proponen.