Minuto a Minuto

Internacional Un muerto y al menos 30 heridos deja el choque frontal de trenes en vía a Machu Picchu
El choque de dos trenes en Machu Picchu dejó una persona muerta y al menos treinta heridos, en la región andina de Cusco
Internacional Maduro dice que en Estados Unidos se transmiten “noticias falsas” sobre Venezuela
Nicolás Maduro acusó a Estados Unidos de difundir “noticias falsas” sobre Venezuela, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe
Economía y Finanzas La Bolsa mexicana pierde un 1.5 % e hila su segundo retroceso consecutivo
La Bolsa mexicna bajó hasta las 64 mil 366.7 unidades, tras anotar un nuevo máximo histórico de 65 mil 636.36 unidades el viernes pasado
Internacional La expresidenta Boluarte y la tiktoker Moca, los muñecos más buscados para quemar en Perú
Los tradicionales muñecos de fin de año ya se venden en mercados de Perú para ser quemados la última noche de 2025, entre ellos figuras de Dina Boluarte
Internacional Hombre que plantó bombas antes del asalto al Capitolio niega que tuviera objetivo concreto
El acusado de colocar bombas caseras en 2021 dijo que actuó por frustración política y sin un objetivo específico

Cayó en mis manos la colección de Astérix —el héroe del cómic francés— de R. Goscinny y Albert Uderzo. Las historias se sitúan en el año 50 a. C., cuando la Galia se hallaba ocupada por los romanos. En una aldea de pequeños campamentos vive la resistencia gala que lucha contra los legionarios romanos. Los personajes son entrañables, Astérix, el héroe guerrero en quien confían las misiones más peligrosas y quien obtiene su fuerza sobrehumana de la poción mágica del druida Panoramix. Obélix, el “Sancho Panza” de Astérix, mensajero y amante de los jabalíes y las peleas, acompañado de su inseparable Idéfix —perro fiel y ecologista—. El músico Asuranceturix y Abraracurcix, el jefe de la tribu. Releer los álbumes de Astérix con sus brillantes títulos animaron los recuerdos de las tiras cómicas, novelas gráficas y cartones que he devorado con los ojos y me han hecho soltar carcajadas a mares, algunas agridulces. 

El lector tiene el poder de conducir una película con los dibujos como escenas, los textos como guion y componerles una banda sonora. En Nicaragua, al regresar del colegio, buscaba los periódicos ya leídos y me dirigía a la sección —casi siempre en la última página y al lado del crucigrama—, donde encontraría a Mandrake, el mago, El llanero solitario (y Toro), La pequeña Lulú y el genial Condorito, ¡qué entrañable cóndor!, con sus amigos Garganta de Lata, Huevoduro y Coné, y la gran Yayita, —siempre me pregunté cómo podía sostener sus generosas carnes en unos pies diminutos calzando tacones de aguja. Mis padres también compraban las revistas cómicas (en Nicaragua les mal llamaban pasquines); Daniel el travieso, El pato Donald, Archie y una revista para adultos titulada Hermelinda linda. Recuerdo que alguna vez cayó en mis manos y hasta el día de hoy no puedo olvidar el espanto que me provocaban sus ilustraciones. 

A mi llegada a México me sorprendió un librito que vendían en los quioscos de periódico y que Jesús, el portero de mi edificio, lo llevaba siempre en el bolsillo trasero de sus jeans: El libro vaquero. Si olvidaba algún ejemplar en la portería yo gozaba mirando las ilustraciones de los indios y vaqueros y la belleza voluptuosa de las mujeres. Lo tenía censurado, por supuesto. En los periódicos mexicanos me hice adicta a Garfield y a la gran Mafalda. No fue sino hasta mis veintes que pude comprarme la colección completa de Quino y compendiar la preocupación por la humanidad y, sobre todo, por la paz mundial de esa maravillosa chavala argentina —con la salvedad de que a mí sí me gusta la sopa. 

Las historietas y cómics pavimentaron mi camino para llegar a las novelas gráficas, mis predilectas son Maus de Art Spiegelman, El azul es un color cálido de Julie Maroh y Persépolis de Marjane Satrapi, gozo volver a ellas. 

Leo también a los moneros —Alarcón, Jis y Trino—, quienes a través de sus arquetipos y personajes de la vida real son maestros insignes de la sátira y del humor, tan necesario en nuestros días.