A lo que me recuerda una frase que por allí leí en algún libro sobre las crisis en comunicación política: “los escándalos son batallas por el poder simbólico en las que están en juego la reputación y la confianza”
Las redes sociales tan escandalosas y bondadosas, pero es que cuando apenas llega una foto con algún personaje conocido, haciendo algo conocido y en un lugar conocido, se esparce como pólvora.
Así le pasó a Cuauhtémoc Blanco, porque al empresario Arturo Elías y a Jorge Campos nadie tiene por qué exigirles nada, ni mucho menos cuestionarles si juegan o no golf en cualquier día de la semana.
El problema y lo que pareciera que el ex futbolista tampoco parece entender del todo, es que su puesto de gobernador del Estado de Morelos le obliga a mantener una vida de bajo perfil, sobre todo cuando “sus” habitantes viven inundaciones que podrían hacerles perder su patrimonio e incluso la vida.
Las redes siempre tendrán un alto valor de riesgo, puesto que es como colocar un anuncio, una frase o una vida en un escaparate por el que pasan cientos de miles personas y hasta millones a la vez con tal de verlo y atestiguarlo con sus propios ojos.
Bien dicen que el sol no sale para todos y es que el gobernador, no ex futbolista, aparece sonriendo, abrazando a su amigo Arturo Elías en una tarde soleada en el fin de semana, según la imagen publicada en el Grupo Reforma.
La insensibilidad de muchos políticos o líderes, siempre emergen por descuidos personales y de su propio equipo; y lo peor es que tampoco hay una reacción inmediata de control de daños.
A lo que me recuerda una frase que por allí leí en algún libro sobre las crisis en comunicación política: “los escándalos son batallas por el poder simbólico en las que están en juego la reputación y la confianza”.
La sonrisa de quien está a cargo de un estado, no podría ser más ofensiva que la que vemos en la imagen y como complemento su inacción ante las afectaciones en los tres municipios más afectados de Morelos, Yautepec, Jiutepec y Cuernavaca.
La inocencia que aún tenemos muchos, es lo que nos hace reflexionar en si los políticos “se hacen o les vale” porque lo que más proyectan en sus vidas personales es una inmensa insensibilidad, apatía y descaro frente a las crisis económicas, sociales y de salud que se viven en cada rincón del país.
Porque la foto no fue de un paparazzi, sino de un fotógrafo de sociales del grupo Reforma o bien de alguien cercano que quiso capturar el buen momento que vivían los tres amigos en un fin de semana soleado y digno para jugar golf.
Eso, aquí y en China es un “me valen”.
