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El año de 2022 ya suma 13 periodistas asesinados, 12 muertes que prometieron ser investigadas y no ha pasado nada. El día de hoy por la madrugada, Ernesto Méndez del estado de Guanajuato se sumó a la lista.

Ernesto Méndez, era director del medio digital Tu voz y empresario en el municipio de San Luis de la Paz, en Guanajuato. Fue asesinado a balazos, mientras se encontraba en un bar de su propiedad con amistades cercanas.

Un ataque directo terminó con su vida y con su labor de informar en estos tiempos de precariedad para los periodistas.

En el vaivén acelerado de las redes sociales, se publicó esta fotografía en donde aparece Ernesto con su cámara Canon cubriendo lo que fue una visita del presidente Andrés Manuel al estado.

Ernesto lo mira, puede ser que ya le había tomado la foto o se detuvo a observar sin accionar su cámara, pero más allá del cómo aparece el presidente, dentro de la camioneta que lo trasladaba, mirando hacia otro lado sin atender directamente al hombre que portaba una cámara justo frente a su ventana a menos de 2 metros de distancia, el periodista es el reflejo de la profesión en la actualidad.

El periodista de hoy anda solo, trabaja para medios digitales o tiene el propio en donde informa desde su perspectiva y experiencia. Los periodistas como Ernesto, que abren un espacio de información y opinión en pequeñas localidades se convierten en líderes de opinión y en personajes valientes que por sí solos salen a buscar la nota.

Ernesto está allí, cubriendo, trabajando, observando al presidente y pensando en cuál será la nota principal de su portal. Lo hace solo.

Trae la cámara colgada en el cuello, un equipo de Canon básico con un lente 18-55mm quizá, de los que vienen de cajón con Kits de Rebel, un modelo accesible y sencillo de usar. Como buen periodista de estos tiempos, más allá de ser el dueño del portal y reportero, también es fotógrafo.

Ese es el periodista de hoy, el que busca la manera de hacer su trabajo de la mejor forma, con sus propios recursos y con cierto aislamiento, y no porque ese sea el deseo de todos los que amamos el periodismo, sino porque las circunstancias así son.

Valientes aquellos, como Ernesto que emprenden un espacio para informar y encuentran hacerlo negocio para subsistir, para hacer de su profesión un trabajo digno y que al mismo tiempo aporte a la sociedad información relevante.

Ernesto fue asesinado, un aguerrido periodista menos para Guanajuato y el país, pero no dudo que quienes lo conocieron, le reconocerán el camino que dejó andado en San Luis de la Paz para plantarse frente al presidente con su cámara, su mirada y su convicción de ver la noticia.

Gran foto que queda en la memoria de quienes lo conocieron.

Los periodistas mexicanos están solos.

La soledad del periodista - clmtqv3zcrbn3bogqz5aouctvu-1024x768