Minuto a Minuto

Nacional Fiscalías acuerdan trazabilidad de armas y mejora de datos sobre delitos
La Fiscalía General de la República realizó en la Ciudad de México la LIII Asamblea Plenaria de la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia
Entretenimiento Fallece Cary-Hiroyuki Tagawa, protagonista de la serie de films ‘Mortal Kombat’
Cary-Hiroyuki Tagawa, actor de 'Mortal Kombat', murió a los 75 años por complicaciones de un derrame cerebral
Nacional Sheinbaum se reúne con migrantes mexicanos en EE.UU. y pide un buen trato para ellos
Claudia Sheinbaum tuvo un encuentro con migrantes mexicanos en EE.UU., a donde acudió para participar en el sorteo del Mundial de Fútbol 2026
Internacional Lancha que recibió doble ataque estadounidense acompañaba un buque a Surinam, dice CNN
Una lancha atacada por fuerzas de EE.UU. estaba junto a un buque rumbo a Surinam, según reveló un almirante al Senado, informó CNN
Internacional Congresista Adelita Grijalva denuncia que le rociaron gas en operativo del ICE en Arizona
La congresista Adelita Grijalva denunció que agentes de ICE la agredieron con gas pimienta en Tucson mientras pedía aclarar un operativo

Las elecciones del domingo pasado relegitimaron la democracia mexicana en dos sentidos profundos: dieron la victoria a quienes más inconformes estaban con ella y repartieron drásticamente tanto el poder como la representación.

Hay una nueva legitimidad, un nuevo reparto del poder y una nueva partitura de la representación política.

El tsunami electoral que hizo estas cosas dejó tras de sí un paisaje de partidos políticos débiles: unos, los viejos, porque fueron reducidos a niveles casi de partidos testimoniales; otro, el ganador, porque es más una avalancha que un partido, y está apenas en el trance de constituirse.

Esta herencia de la elección, un sistema de partidos débiles con un partido dominante informe, preocupa con razón a Javier Tello, y fue uno de los temas de la discusión que tuvimos en La hora de opinar el lunes pasado, consultable aquí: https://bit.ly/2IY5XYY.

Es una preocupación que mira ya al futuro. La otra preocupación de Tello es quizá más sustantiva, y también mira hacia adelante.

Se refiere al concepto esbozado por Norberto Bobbio como resorte del ascenso del populismo y el autoritarismo, a saber: las “promesas rotas de la democracia”.

Es el caso de México, donde la democracia nació, digamos en 2000, en una ola de optimismo y de expectativas desbordadas. La promesa de la democracia mexicana fue enorme, pues iba a traerlo todo, era la única pieza que faltaba y poco había que hacer más que ejercerla y disfrutarla.

El desencanto con las promesas de la democracia mexicana creció al grado de crear el tsunami de rechazo y renovación del 2 de julio.

“El voto de julio fortalece a la democracia”, me escribe Javier Tello, siguiendo nuestra discusión, pero “la victoria de AMLO es en parte producto de una democracia rota, que sigue rota sin cumplir sus promesas. Y precisamente parte del proyecto de AMLO tiene que ver con ‘arreglar la democracia’, es decir, con ‘democratizar’ una democracia liberal que se había vuelto cada vez menos democrática”.

Si esto no se logra, si la democracia no cumple al fin sus promesas, la siguiente crisis la encontrará probablemente más escéptica y rota que ahora, y sin un sistema de partidos capaz de procesar democráticamente su nuevo escepticismo.