Elecciones 2024
Elecciones 2024

Desde el inicio del gobierno, el abrumador triunfo electoral del Presidente y el descrédito de la oposición auguraban una resistencia no surgida en los liderazgos de los partidos, sino desde los estados. En las semanas recientes, esa oposición se ha ido perfilando en temas tan diversos como las energías renovables, el pacto fiscal o la atención a la pandemia.

Apenas este fin de semana, los gobernadores del PAN suscribieron un acuerdo por la libertad, la democracia y el federalismo. Además de los panistas, recientemente el Bronco, Silvano Aureoles, Enrique Alfaro y Miguel Ángel Riquelme han marcado distancia del gobierno federal.

Aunque las tensiones preceden a la pandemia, esta coyuntura ha reactivado y ha impulsado a los mandatarios. Al desmarcarse, los gobernadores seguramente buscan achacar al Presidente el costo de la conducción de la pandemia.

Y al alzar la voz también se meten de lleno en las contiendas electorales de 2021. No dudo que ante la falta de personajes que entusiasmen en el campo opositor, algunos consideren saltar a posiciones de liderazgo en la arena nacional, incluso a la carrera presidencial.

Los datos sobre aprobación de gobernadores, publicados por Mitofsky, muestran que de febrero a mayo entre los que más han mejorado en la opinión pública están precisamente aquellos que se han plantado con mayor firmeza frente al gobierno federal.

Estos cálculos políticos —“politiquería”, diría el Presidente— no los convierten, sin embargo, en golpistas o en separatistas, como acusó el gobernador de Veracruz. Por el contrario, en un contexto de centralización del poder y debilidad de contrapesos, esta oposición desde la periferia es parte y juega en favor de la democracia.

Mucho se ha escrito sobre los riesgos que plantean las medidas coercitivas impuestas por algunos gobiernos para contener la pandemia, y su invasión a la vida privada. Afortunadamente México no ha transitado por esa ruta.

Con todo, ante el impacto económico de la crisis y las consecuentes dislocaciones sociales, los cauces institucionales para la expresión del disenso ahora son más necesarios que nunca. Si “lo que resiste, apoya”, hoy esa resistencia proviene de los gobernadores.