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En su cuenta de Twitter, el premio nobel de economía @paulkrugman ha salido al paso de las críticas al paquete de 1.8 billones de dólares que inyectará el gobierno de Biden a la economía estadunidense (1.8 billones: un millón de millones de dólares, más 800 mil millones de dólares).

Las críticas dicen que el paquete es demasiado grande, que calentará la economía y traerá desequilibrios posteriores difíciles de corregir.

Krugman empieza por definir conceptualmente el paquete.

No se trata, dice, de estimular la economía financiando la demanda. Se trata de “aliviar el desastre”, en una lógica que convendría pensar como una estrategia de guerra contra el covid.

Cuando se hace el presupuesto de una guerra, no “se decide cuánto gastar pensando en cómo se llenará después el hueco”, dice Krugman. “Se estima lo que hace falta para ganar la guerra”.

La parte más criticada del plan de Biden, dar cheques directos a la gente, es solo parte del plan, dice Krugman.

Su objetivo real es “combatir la pandemia, reabrir las escuelas, impedir cortes en servicios vitales y ayudar a las familias que lo necesitan con urgencia”.

Naturalmente, esto puede sobrecalentar la economía y producir inflación. Krugman cree que esto puede suceder menos fatalmente de lo que se piensa porque, como hay ya alguna evidencia, los cheques que la gente está recibiendo no se están gastando, sino que en su mayor parte se ahorran, representan en realidad un colchón de demanda para cuando la economía empiece a andar de nuevo.

Pero incluso si la economía se sobrecalienta y hay el costo de una inflación futura, dice Krugman, lo importante aquí es ganar la guerra contra la pandemia, pues esa será al final la mayor ganancia económica —y social y humana.

En última instancia, el Banco de la Reserva Federal puede contener la inflación, pero la tarea fundamental del gobierno y de la sociedad es ganar la guerra contra el virus.

México no tiene el margen de gasto necesario para “aliviar el desastre” que tiene EU.

Pero tampoco es un país pobre que nada puede hacer para ganar la guerra contra la pandemia invirtiendo de emergencia en la gente en vez de mantener sus ruinosas prioridades de Pemex, CFE, Tren Maya, Santa Lucía y Dos Bocas.

México necesita declarar una guerra al covid como la que Biden ha declarado. La gente es primero.