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La semana pasada se publicaron las minutas de la reunión más reciente del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC, por su sigla en inglés) en Estados Unidos, llevada acabo el 16 y 17 de septiembre.

El contenido de las minutas refleja un tono acomodaticio (dovish) y muy similar al expresado en el comunicado que siguió a dicha reunión pero considerablemente diferente a los comentarios más restrictivos (hawkish) expresados en los días siguientes al anuncio por diferentes miembros con voto del FOMC, incluyendo a Janet Yellen.

Como comentamos en este espacio, el comunicado de la Fed del 17 de septiembre fue interpretado por el mercado como una señal de que la Reserva probablemente esperaría hasta el 2016 para comenzar el ciclo de alza en tasas. Ante esta situación, Janet Yellen y otros miembros del FOMC salieron a endurecer el tono en sus principales intervenciones, afirmando que todavía anticipaban que el primer movimiento de alza se daría antes del fin del 2015.

A pesar de este tono más restrictivo, los mercados no cambiaron mucho su perspectiva sobre el inicio y trayectoria del ciclo de alzas por parte de la Fed, asignando una probabilidad menor a 50% de un alza en diciembre.

Con la publicación de las minutas la semana pasada, se ha reafirmado la señal de que la Fed probablemente posponga su decisión de subir las tasas hasta el 2016. Pero tal vez más importante, las minutas han ventilado que la Fed está más preocupada por lo que sucede en los mercados financieros que por las variables tradicionales a las que normalmente se sujeta su mandato: inflación y empleo.

Aunque no debemos ignorar que lo que sucede en los mercados tiene un impacto directo en estas variables y que la Fed y los demás bancos centrales siempre deben ponderarlo, esta Fed parece haberse convertido en un rehén de los mercados.

Las minutas confirman que la entidad probablemente contaba con suficientes argumentos para comenzar el ciclo de alzas en su última reunión y que la reciente volatilidad en los mercados pesó más en su decisión.

Por un lado, el mercado laboral continuaba con una tendencia favorable y aunque después de la reunión hemos visto una desaceleración en la creación de empleo, sería difícil atribuir la decisión de posponer el alza de tasas a esta desaceleración como factor principal.

Por otro lado, la inflación se mantiene muy por debajo del objetivo, pero las minutas confirman que la mayoría de los miembros del comité sienten que esto es transitorio y que la dinámica del mercado laboral y la formación de lo que parece un piso en el precio de las materias primas deberían contribuir a que la inflación se encuentre muy cerca de su meta de 2% en los próximos 12 meses.

A pesar de esto, la Fed pospuso su decisión de subir las tasas porque consideró que la volatilidad observada en los mercados en las semanas previas a la reunión y la desaceleración en la economía global fueron amenazas suficientes al panorama de la economía estadounidense para adoptar una postura más paciente.

Después de la publicación de las minutas, la probabilidad de un alza en diciembre en el mercado de futuros disminuyó aún más, para ubicarse apenas en 29 por ciento.

Considerando que a la Fed usualmente no le gusta sorprender a los mercados, el escenario de un alza en diciembre se ve cada vez más lejano y el de marzo del 2016 comienza a verse más realista: el mercado de futuros le asigna una probabilidad de 52 por ciento.

Como mencionamos en nuestra edición del 22 de septiembre, parece que el mercado está obligando a la Fed a posponer su decisión hasta el 2016.