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Aquí, en la elocuencia del silencio.  Florestán

Por años, los políticos mexicanos se decían ateos, aunque en secreto bautizaran a sus hijos y casaran a sus hijas.

No me quiero remontar hasta el guadalupanismo de don Benito Juárez, sino mencionar las vertientes religiosas de los presidentes de México a partir del general Lázaro Cárdenas, respetuoso del sentir mayoritario de los mexicanos, pero distante del rito y del culto.

Cuentan de la religiosidad de su sucesor, el también general Manuel Ávila Camacho y de su esposa, pero no se habló mucho de la de Miguel Alemán, aunque sí de la de su esposa Beatriz que bautizó y crió en la fe católica a sus hijos.

Del presidente Adolfo Ruiz Cortines no se tuvo noticia de su catolicismo, al contrario, ni de la religiosidad de su esposa, María Izaguirre, como tampoco de Adolfo López Mateos ni de la profesora Eva Sámano de López Mateos, ni de Gustavo Díaz Ordaz, aunque su esposa Guadalupe Borja era creyente y practicante y como doña Beatriz Velasco de Alemán, formó a sus hijos en la fe y los inscribió en escuelas católicas.

Luis Echeverría se mantuvo en la línea del laicismo y mucho más doña Esther Zuno.

José López Portillo se declaró materialista dialéctico desde que a los 16 años leyó a Hegel, perdió la fe y rechazó el dogma, a pesar de haber sido formado en el seno de una familia profundamente católica a cargo de su mamá, doña Cuquita.

Miguel de la Madrid era un creyente y practicante pero en la total discreción.

Carlos Salinas fue respetuoso del rito, pero distante aunque hizo la reforma central que reconocía a las Iglesias estableciendo relaciones con la santa sede después de siglo y medio de desconocimiento y ruptura juarista.

Ernesto Zedillo, un agnóstico y su sucesor, Vicente Fox, se dijo católico, se mostraba en misa, llegando al extremo de ir a la basílica de Guadalupe la mañana del 1 de diciembre de 2000, antes de la toma de posesión.

Felipe Calderón, practicante abierto de toda la vida, al igual que Margarita, fue el primer presidente en comulgar públicamente en la misa que al pie del cerro del Cubilete ofició el papa Benedicto XVI el 25 de marzo de 2012.

El sábado, Enrique Peña Nieto fue el primer presidente priista que tomó la comunión públicamente, y en la basílica de Guadalupe.

RETALES

1. AUDIENCIA. En su despacho de Palacio Nacional, el presidente Peña Nieto presentó con el papa a Roberto Gil Zuarth, Jesús Zambrano y a Luis María Aguilar, presidente de la Suprema Corte de Justicia;

2. TODOS. En la misa de la basílica, el sábado, estaban el presidente Felipe Calderón y Margarita Zavala. También Miguel Barbosa y Dolores Padierna; y

3. PROTOCOLO. El presidente Peña Nieto encabezará, mañana en el aeropuerto de Ciudad Juárez, la ceremonia protocolaria de despedida del papa que viaja de regreso a Roma.

Nos vemos mañana, pero en privado

 

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