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Internacional Embajada de EE.UU. alerta a sus ciudadanos tras tiroteo en Polanco
La embajada recomendó mantenerse informados en los medios locales para obtener actualizaciones sobre las instrucciones de las autoridades
Nacional Renuncian a sus cargos dirigentes del PRI en Edomex
Por medio de redes sociales, Herrera Anzaldo aseguró que su renuncia fue por "motivos de índole personal"
Nacional La Suprema Corte reafirma que la explotación del litio es exclusiva del Estado mexicano
La Constitución establece que no se otorgarán concesiones en el caso del litio, reafirmando la exclusividad del Estado en su explotación
Internacional Dos estudiantes heridos y un pistolero muerto en un tiroteo en una primaria de California
Los estudiantes fueron llevados a un hospital cercano en un helicóptero, pero no se reveló su condición de salud
Internacional Hegseth, nominado para el Pentágono, se niega a irse pese a escándalos de alcohol y abusos
Hegseth insistió en que no renunciará unque el mandatario electo estaría considerando otros nombres para reemplazarlo

¿De qué tamaño es la crisis del otoño de 2014, que no termina y no tiene prisa por terminar?

Sabemos, acaso, que en un lapso de dos meses confluyeron (1) la desgracia asociada al crimen y la impunidad, (2) la percepción de que los gobernantes, y los políticos en general, son tan corruptos como siempre lo han sido, (3) la percepción de que esos gobernantes no pueden imponer el orden, (4) una indignación inauditamente extendida, y (5) la información de que la mejoría económica no llegará pronto.

Temible entretejido de realidades y percepciones. De ahí la pregunta sobre la gravedad del momento que estamos viviendo. Para el gobierno del presidente Peña Nieto, por lo visto, es muy grave. Que recuerde, desde los anuncios de acciones urgentes del gobierno de Ernesto Zedillo tras la crisis devaluatoria y de fuga de capitales de diciembre de 1994, ningún mensaje presidencial se ha anunciado y aguardado con una ansiedad parecida.

Expresé aquí el lunes que ante esta combinación de enojo, resentimiento y desesperanza, el presidente Peña Nieto carece de margen para tratar de darle la vuelta a una situación tan desfavorable con propaganda y ajustes burocráticos que no lleven a ninguna parte, ni levanten el estado anímico de la sociedad.

El Presidente tiene que convencer y entusiasmar. Si esta mañana no lo hace, difícilmente tendrá una segunda oportunidad de aquí a 2018. Si falla, el futuro perfila mucho encono, conflicto, dolor.

Hoy también, con un año de anticipo, comienza la segunda mitad de la administración peñaniestista. Más le vale acertar al Presidente. Más nos vale que acierte.