Hasta ahora, los equilibrios dentro de la Junta de Gobierno habían permitido aterrizar de forma suave la tasa de referencia que en marzo del año pasado llegó al nivel máximo histórico de11.25 por ciento
La Junta de Gobierno del Banco de México claramente apunta a abandonar su intransigente postura de halcones, que cuidan a cualquier costo el mandato único de procurar el poder de compra de la moneda, hacia un vuelo más de palomas que den una oportunidad a la recuperación económica con tasas de interés más bajas.
El mandato constitucional (Artículo 28) del Banco de México es mantener la inflación baja y estable. En Estados Unidos, su banco central, la Reserva Federal, sí tiene la misión dual de mantener el poder de compra del dólar y procurar el pleno empleo.
El momento inflacionario de México da espacio para que haya argumentos suficientes y muy válidos para ambas posturas, por un lado, los más ortodoxos que siguen sin ver plenas condiciones para decretar una política monetaria laxa y, por el otro, los más afines a respaldar al gobierno federal para impulsar el crecimiento económico, con el argumento de una inflación subyacente cada vez más cerca de la meta oficial.
Hasta ahora, los equilibrios dentro de la Junta de Gobierno habían permitido aterrizar de forma suave la tasa de referencia que en marzo del año pasado llegó al nivel máximo histórico de11.25 por ciento.
Y desde marzo de este año inició un proceso de baja que la llevó al actual 10.25%, con una inflación general anual en 4.56%, hasta la primera quincena de noviembre y de 3.58% en el índice de inflación subyacente.
En esa foto fija aparece un amplio margen de bajada del costo del dinero, pero los expertos en política monetaria tienen que ver mucho más allá de lo evidente.
El punto es que en este mes de diciembre es muy probable que termine por romperse el bloque de los halcones para dar paso a consolidar una visión más laxa de la política monetaria.
Con la salida de la subgobernadora, Irene Espinosa Cantellano, el gobierno de Claudia Sheinbaum obtiene la posibilidad de nombrar a algún integrante más del perfil de la gobernadora Victoria Rodríguez o de los subgobernadores Galia Borja u Omar Mejía, quienes no han escondido su tendencia a que la política monetaria no estorbe tanto al crecimiento económico.
Hay que decirlo claramente, la actual ha sido una Junta de Gobierno responsable, pero ahora se abre ese margen para una posición más dovish, más laxa con el costo del dinero.
Es de esperarse que la actual administración se incline por que sea una mujer la que llegue a esa posición del banco central y hay perfiles de muy buen nivel como Leticia Buenrostro Sánchez, vicepresidenta de Política Regulatoria de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que serían una buena opción.
El punto está en que aun con una composición más afín a un mandato dual de facto del Banxico, no pierdan de vista lo lacerante que es la alta inflación para la población más vulnerable.
El relevo se tiene que concretar durante el último día del año, pero antes de ello, viene una última decisión de política monetaria en este 2024 que, hoy, no son pocos en los mercados los que anticipan que podría ser hasta de medio punto porcentual la baja en la tasa de referencia.