Elecciones 2024
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Durante la pandemia del covid-19, y aun después, los gobiernos serán evaluados por su grado de efectividad para atender la emergencia sanitaria y la consecuente crisis económica.

Los datos muestran que los jefes de Gobierno han ganado popularidad en la medida en que han enfrentado la situación y cuando se han conjuntado dos factores: 1) una preocupación creciente de la gente por su salud, y 2) la aplicación de medidas difíciles que, sin embargo, son percibidas como necesarias.

Boris Johnson en Reino Unido, Guiseppe Conte en Italia, Macron en Francia e incluso Trump son algunos de los mandatarios que han visto crecer su popularidad.

En todos estos casos juega a su favor la percepción de un enemigo común. Pero si se revisa el momento del brinco en la popularidad, veremos que coincide con los anuncios de las medidas más duras ante la contingencia o de los grandes paquetes económicos para mitigar la crisis.

Johnson, quien arrancó su gestión con una aprobación de apenas 33 por ciento, hace unos días estaba en 55. El alza se dio cuando salió a pedirle a la gente que se quedara en casa y luego anunció un importante plan de apoyos para quienes trabajan por su cuenta.

Pese a la grave crisis en Italia, Conte también está siendo bien evaluado por haber tomado el control y por haber anunciado personalmente, con serenidad y de manera constante, las acciones de su gobierno. Los italianos le reconocen la franqueza con la que ha hablado.

La situación es distinta en España. Pedro Sánchez es mal evaluado porque desde el principio, viendo lo que venía, no aplicó las medidas necesarias. Le recriminan que a sabiendas de la situación, avaló la marcha del Día Internacional de la Mujer, en la que fueron contagiadas muchas participantes, incluidas su esposa y dos ministras. Los españoles le dejaron de creer.

En el caso de México no hay datos recientes sobre la aprobación presidencial, pero hay dos circunstancias que nos colocan aparte: 1) la preocupación de la gente todavía no alcanza el nivel de alarma, y 2) el Presidente ha delegado casi totalmente el anuncio de las medidas en el subsecretario López-Gatell. Imposible saber cómo va a jugar esto en la opinión pública. Habrá que esperar.