Elecciones 2024
Elecciones 2024

La duda es si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador enfrentará una crisis financiera de final de sexenio o si la va a heredar. El hecho es que los focos rojos ahí están en estos menos de 600 días que le quedan de plazo constitucional a esta administración.

Hay crisis potenciales y otras que solo son cuestión de tiempo para enfrentarlas.

Ahí están los riesgos comerciales para México si sus socios del norte les imponen aranceles a los exportadores mexicanos derivados de las posturas intransigentes en materia de energía o en el sector agropecuario.

Otra amenaza financiera para el país parte de la intención del régimen de intervenir en las elecciones federales del 2024. Si los resultados electorales no son confiables, el costo por la desconfianza por esas prácticas antidemocráticas puede pasar facturas económico-financieras.

Hay otros desequilibrios financieros que van a derivar en una situación de crisis, solo hay que ver si explotan en el lopezobradorato o los hereda a la siguiente administración.

Muy poco se ha hecho a lo largo de las últimas administraciones para atender la bola de nieve de las pensiones para el retiro, tanto de los sistemas subsidiarios como de las cuentas individuales. Las decisiones que se tienen que tomar para garantizar el retiro digno de millones de trabajadores seguramente serían poco populares entre los electores. Así que se seguirá traspasando el problema hasta que explote.

Una crisis generada por esta administración que necesitará atención urgente durante el siguiente gobierno tiene que ver con la baja calidad del gasto público.

Los programas asistencialistas han crecido de forma exponencial y sin controles auditables. El desvío del gasto público hacia el reparto clientelar de recursos ha desmantelado una parte importante de la administración pública, incluidos servicios sociales básicos como la salud y la educación.

El barril sin fondo requiere cada año asignaciones mayores, en especial el próximo año que es electoral, y eso puede provocar un boquete en las finanzas públicas que haga que la macroeconomía pierda la salud financiera.

Pero, sin duda, el mayor problema que enfrenta la economía mexicana y que parece inevitable que pueda provocar una crisis financiera seria, es la mala gestión de las finanzas de Petróleos Mexicanos y de paso de la Comisión Federal de Electricidad.

Pemex es una empresa en quiebra, con una dirección inexperta y negligente, que ha llevado a la petrolera más endeudada del mundo a incumplir sus metas de producción. En diciembre tuvo la peor producción de petróleo crudo desde que se tienen registros a principios de los años 80. El registro es 34% menor que lo contemplado en su propio plan de negocios.

Pemex ha sido manejada con una visión dogmática equivocada del propio López Obrador. La incompetencia de los que manejan el sector energético mexicano ya obligó a que Pemex tenga que ser rescatada por las finanzas públicas.

Este paso de hacer de Pemex equivalente al riesgo país va a comprometer la salud de las finanzas públicas sí o sí. Solo es cuestión de ver si será en este año, siete meses y 16 días que le quedan a López Obrador que México perderá el grado de inversión o será el estreno de la siguiente administración.