Elecciones 2024
Elecciones 2024

La decisión de construir una refinería en Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, no fue producto de un análisis del mercado de hidrocarburos en México, ni de entender la tendencia global de los energéticos que se usarán en el transporte de pasajeros en las décadas por venir.

No fue producto del análisis de expertos multidisciplinarios independientes que ubicaron ese punto en las zonas pantanosas de Tabasco, alejado de los centros de consumo, como el lugar ideal.

Tampoco se decidió en un ejercicio de democracia participativa, como aquel de juzgar a los expresidentes de México, donde la sociedad expresara si estaba dispuesta a destinar más de 300,000 millones de pesos de su dinero en un proyecto que para muchos expertos resultaba poco rentable y hasta inútil.

No. Todo es producto de una decisión unipersonal, mucho más inspirada en ideas dogmáticas de un mercado cerrado, autosuficiente y de monopolios estatales. Una visión personal asumida por el presidente Andrés Manuel López Obrador mucho tiempo antes de tomar el poder.

Sería fantástico decir que todo eso llega hoy a su conclusión. Pero no, la realidad es que a pesar de que hoy el presidente López Obrador cortará un listón en las oficinas de la Refinería “Olmeca” de Pemex, faltan años antes de tener el primer tanque lleno de alguna gasolina refinada ahí, en Dos Bocas.

La fecha fue definida con la misma arbitrariedad que la construcción misma de la refinería, con el mismo autoritarismo con el que se decidió que en un aniversario del expresidente Benito Juárez se habría de inaugurar el aeropuerto de Santa Lucía.

López Obrador quería festejar su triunfo electoral con el proyecto de sus sueños, este que el mismo Presidente prometió que le permitiría bajar el costo de las gasolinas a la mitad de su mandato.

Los tres proyectos de infraestructura centrales del régimen de López Obrador tienen fundamentos equivocados. Su aeropuerto interfiere con la terminal de la Ciudad de México y está lejos; la refinería es un gasto excesivo para la empresa petrolera más endeudada del mundo y el Tren Maya es un atentado ecológico y difícilmente tendrá rentabilidad.

De los tres proyectos, Dos Bocas es el único que tiene garantía de sobrevivir a un siguiente gobierno que no emane de la 4T, básicamente por su costo.

Dos puntos buenos para esta futura refinería es que, a partir del 2025 cuando empiece a funcionar, tendrá la ventaja de la cercanía de las fuentes de la materia prima y que su vocación es la de refinar petróleos crudos pesados.

Habrá sobre costos que hoy no imaginamos para desarrollar infraestructura de distribución hasta los centros de consumo en el centro y norte del país.

Y si en el futuro este país entiende que la siguiente generación de movilidad es con energía eléctrica o nitrógeno, en poco tiempo el mercado de las gasolinas perderá mucha fuerza.

En fin, que hoy el presidente López Obrador cumple su sueño, uno muy personal, muy costoso y poco informado, de tener una refinería en su natal Tabasco que podría no producir su primer litro de gasolina en lo que resta de su sexenio.

El proyecto de los sueños de AMLO

Gasto excesivo

La refinería es un gasto excesivo para la empresa petrolera más endeudada del mundo, pero AMLO la soñó desde antes de ser Presidente.

Inconclusa

Hoy el presidente López Obrador cortará un listón en las oficinas de la Refinería “Olmeca” de Pemex, faltan años antes de tener el primer tanque lleno de alguna gasolina refinada.

Lo que viene

Si en el futuro este país entiende que la siguiente generación de movilidad es con energía eléctrica o nitrógeno, en poco tiempo el mercado de las gasolinas perderá mucha fuerza.