Los senadores no tenían vela en ese entierro. Fueron a Washington para engrosar las imágenes de su Instagram
mayo 22, 2025
Llaman logro el viaje de senadores a EU a cabildear contra el impuesto a remesas. Pero fue un fiasco: se reunieron con senadores demócratas, cuando era una iniciativa de representantes (diputados) republicanos, y el debate era en la Cámara de Representantes.
Trump lo advirtió ayer: “Ahora toca a los amigos del Senado aprobar proyecto y mandármelo lo antes posible para hacerlo ley”. Sí: un viaje fallido desde el momento en que mandaron senadores a una discusión de diputados.
Los viajeros fueron Alejandro Murat, Andrea Chávez, Karina Isabel Ruiz, Ignacio Mier, Geovanna Bañuelos, Ruth Miriam González, Mauricio Vila, Amalia García y Cristina Ruiz. Al final, el Congreso aprobó un impuesto de 3.5%, en lugar del 5% original. ¡Y lo festejan!
Pero no hay nada que festejar: lo aprobado es el proyecto de ley más furiosamente antiinmigrante en la historia de Estados Unidos, y le raspará más de 10 mil millones de dólares a los ingresos de los inmigrantes mexicanos en los próximos 10 años.
Sin embargo, la interlocución del gobierno mexicano con Estados Unidos vive un momento precario, que lleva a aplaudir todo lo que “no sea peor”. Oh, si: 3.5% es menor que 5%, faltaba más. Pero el golpe es igual de duro para las finanzas del gobierno.
Porque Banxico dejará de ingresar unos dos mil millones de dólares al año por remesas. Los envíos llegan a las familias, pero a través de transferencias electrónicas que meten el dinero en el sistema bancario mexicano.
Que exista un castigo que no había es injusto. El festejo es tan pírrico como el supuesto logro. Y sigue abierta la pregunta: ¿Si la discusión era entre diputados, por qué fueron senadores mexicanos, y no diputados? Le tocaba a Monreal, no a Adán Augusto.
Además, los senadores hicieron todo mal: llegaron cuando ya la discusión estaba cocinada, y cabildearon con los perdedores del debate, como el Caucus Hispano, una organización de congresistas latinos en el Congreso de Estados Unidos.
Sus otros encuentros fueron con los senadores demócratas Rubén Gallego, de padre mexicano y madre colombiana; y Tim Kaine, un latinoamericanista del Congreso. No vieron absolutamente a nadie que llevara mano en el debate.
Otro resultado del impuesto es que, la DEA, tiene probado que crimen organizado oculta la ruta del dinero de la droga vendida en EU en las transferencias electrónicas de las remesadoras: y ahora los cárteles buscarán cómo recuperar sus pérdidas.
Los viajeros no tienen nada que festejar. La iniciativa de ley contra las remesas era de los republicanos y… diputados. Los senadores no tenían vela en ese entierro. Fueron a Washington para engrosar las imágenes de su Instagram.
Que exista un impuesto que no había es malo. Punto.
Y celebrarlo, es únicamente un engaño reconfortante.