Elecciones 2024
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Una de dos, o el senador Emilio Gamboa cree que los ciudadanos que pagamos su sueldo somos pendejos o es un mentiroso pertinaz que no puede vivir sin mentir. A continuación explicaré mi aserto.

El pasado domingo cuando el equipo femenil de tiro con arco entrenaba en el Campo Marte de la Ciudad de México, tuvo que suspender la práctica debido a que un helicóptero de la Fuerza Aérea Mexicana aterrizó en esa área. El senador Gamboa Patrón abordó la aeronave, personal de ayuda subió una bolsa con bastones o palos con los que se juega al golf.

El hecho de que las muchachas del arco y la flecha entrenaran en el lugar a dos días del Campeonato Mundial de la especialidad que se celebrara en la CDMX, ocasionó que en ese sitio estuvieran presentes reporteros gráficos a los que el helicóptero y el senador les cayeron del cielo —no necesariamente en ese orden, ni en sentido literal— para tener una jugosa nota, con su respectiva fotografía, para llevar a sus periódicos.

Los diarios del lunes publicaron la fotografía y el reporte de lo suscitado en el Campo Marte. Ese mismo día, las chicas y los chicos que cubren la fuente interrogaron al coordinador de la bancada priista en el Senado. El senador contestó lo que a continuación usted leerá y que es toda una lección de lenguaje político y simulación priista.

Pregunta (resumida): Senador, ¿nos puede platicar cuáles fueron las razones por las que utilizó un helicóptero oficial y si es verdad que se trasladó para jugar golf con el equipamiento que subieron a la aeronave?

Respuesta (textual): “Fui citado por el Estado Mayor Presidencial, para que acudiera al Campo Marte a las 12 del día. Yo tenía una reunión ya programada ya con el señor Presidente de la República un poco más tarde, pero se me adelantó, por información del Estado Mayor Presidencial, para tener una reunión con el señor Presidente de la República”. (Primera lección: Habla mucho aunque no digas nada. Nótese cómo del helicóptero no dijo nada). Continúo: “Lo anterior, se los he dicho, la razón fundamental fue que el presidente Enrique Peña Nieto me manifestó que le había aceptado su renuncia al exprocurador Raúl Cervantes”. (En serio, ¿no lo sabía? Para enterarse hubiera bastado una llamada telefónica o un whatsapp). “Reflexioné con el presidente de la República, me pasé mucho más de una hora u hora y media platicando con él. No sólo lo del exprocurador sino también, temas de interés de ambos poderes. No estamos separados en cuanto a intercambio de reflexiones y de ideas en el poder Ejecutivo y el poder Legislativo” (Lección dos: Desvía, todavía más, la atención al tema principal de la entrevista con información adicional que suene a patriotismo y a deber cumplido).

“Me trasladaron al lugar donde estaba el señor presidente de la república (eso, deja entrever que el que utiliza las aeronaves oficiales a discreción es el preciso, sería descortés de tu parte no subirte). “Reitero que acudí a una reunión de trabajo. Yo no sé, no estoy enterado qué es lo que suben a los transportes del Estado Mayor Presidencial. Pero lo que sí puedo decirles que sí fue una reunión larga, productiva para todo lo que viene en el Senado –aquí el señor Gamboa confiesa que con gran tristeza se enteró de que un hombre muy capaz, muy inteligente, muy preparado, como es mi excompañero senador de la república, a partir de hoy será el exprocurador general de la república. Serían mis comentarios”. (Lección cuatro: da muestras de discreción al declarar que tú no tienes por qué saber lo que lleva el Estado Mayor. Insiste en lo trascendental de la reunión con el presidente. Muestra sensibilidad y declárate en duelo por la ausencia de tu insigne y prestigioso compañero. Ponle colofón a la pregunta con la frase: “Serían mis comentarios” y el inicio de tu retirada).

El senador no pudo completar el mutis porque la reportera insistió: ¿El tema del equipo de golf? El emblemático priista contestó: “Yo no sé qué es lo que suben, no es mío. Lo que sí puedo decir es que no fue equipo de Emilio Gamboa Patrón el que subieron. El que vi en la foto el día de hoy”. La incisiva entrevistadora insiste: ¿Jugó golf?  “Después de trabajar con el señor presidente, me dijo vamos a caminar un rato”. Luego Gamboa hizo una innecesaria defensa de que el presidente tiene derecho a descansar porque trabaja “de lunes a lunes”; reitera que trabajaron arduamente en la agenda legislativa y, por último, acepta que sí jugaron golf un rato –¿con qué palos jugó él?

Por supuesto que Peña Nieto tiene derecho a descansar y a jugar golf con quien más le plazca. Es ahí donde a Emilio Gamboa se le voltea el chirrión por los palitos –de golf- y le sale la cara mentirosa y rollera de la moneda. Por qué no decir la verdad: fui a jugar golf, con mi propio equipo y con el señor presidente en el día de nuestro descanso. Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo. Por declaraciones como las que hizo es que se dice que sólo hay dos clases de políticos: los que mienten y los que vuelan –y no precisamente en helicóptero-. La única mentira que yo le perdonaría sería que dijera: “Por cierto, el presidente me ganó”.