Elecciones 2024
Elecciones 2024

A mí me gustan el periodismo que narra y el periodismo que explica. El que nos hace vivir los hechos y el que nos permite no solo enterarnos y sorprendernos, sino entender.

Los reportajes de “La estafa maestra” nos permiten entender mucho más de lo que cuentan, porque lo que cuentan es un modus operandi que uno puede imaginar repetido cien o mil veces.

De hecho hay registrados en la cuenta pública más de 2 mil convenios similares a los 73 denunciados por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y Animal Político.

“La estafa maestra” nos revela una fórmula de la corrupción sistémica de México. Cuando uno entiende la fórmula, entiende un pedazo de realidad mucho mayor que los ejemplos que la revelan.

A esto hay que añadir lo que habría que llamar la pertinencia cívica del periodismo de “La estafa maestra”. Se hace desde el corazón de la revuelta moral contra la corrupción que baña a México, pero se hace no solo denunciando el mal, sino mostrando el rumbo evidente de una corrección: revisar al menos la Ley de Adquisiciones del gobierno federal.

Es notable que en pleno camino al combate electoral de 2018 las fuerzas políticas de oposición no hayan hecho de esta denuncia, una instancia de debate político, una llamada a la rendición de cuentas.

El titular de la Auditoría Superior de la Federación podrá decir que no le asombra este silencio, es el mismo que ha rodeado sistemáticamente sus advertencias en 2011,  2012, 2013, 2014. Escribió en 2015:

“Durante cinco años consecutivos la ASF ha observado que las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal adjudican a instituciones públicas, contratos o convenios para la prestación de servicios sin realizar licitación pública… La ASF ha presentado diversas denuncias de hechos ante las autoridades competentes. No se han obtenido resultados tangibles, y se ha propiciado la reincidencia en este tipo de contrataciones”.

La ASF procedió entonces a presentar denuncias de estos hechos ante la PGR, sin resultado visible hasta el momento.

Esto, que parece descorazonador, lleva en los pliegues una lucecilla de esperanza. Mañana trataré de explicar por qué.