Son de los que quieren cambiar el pasado.Florestán Cuando me hablan de que en México no hay democracia, me remito al tono de las jornadas electorales recientes y a sus resultados. Tengo claro que es imperfecta, como imperfecta tiene que ser la democracia, no creo en las democracias perfectas porque dejarían de serlo. Pero los … Continued
Son de los que quieren cambiar el pasado.Florestán
Cuando me hablan de que en México no hay democracia, me remito al tono de las jornadas electorales recientes y a sus resultados.
Tengo claro que es imperfecta, como imperfecta tiene que ser la democracia, no creo en las democracias perfectas porque dejarían de serlo.
Pero los resultados del domingo avalan una realidad democrática en México. Desde la víspera, cuando de nueve gobiernos en juego apenas se podían aventurar resultados en dos de ellos, Baja California Sur, para el PAN, y Campeche, para el PRI, hablaba de esa incertidumbre como una característica de la democracia.
Y cuando veo los resultados, lo confirmo.
De los nueve estados en los que se eligió gobernador, en cinco se dio una alternancia partidista, que es otra característica de la democracia, y en uno de ellos, Nuevo León, en un hecho inédito, un candidato independiente, Jaime Rodríguez, arrasó de tal forma que ni sumados los votos de todos los opositores lo hubieran alcanzado.
Los otros tres estados que cambiaron de color son Guerrero, donde tras dos gobiernos del PRD, por la división de la izquierda, ganó el candidato del PRI, Héctor Astudillo.
En Michoacán, el candidato, Silvano Aureoles Conejo, y no el partido, el PRD, recuperó para éste el gobierno que había perdido hace cuatro años ante el hoy denostado priista Fausto Vallejo. Luisa María Calderón, por el PAN, la perdió por segunda vez.
En Querétaro fue diferente, pero el resultado igual: tras un reconocido gobierno de José Calzada, del PRI, que hace seis años se lo arrebató al PAN, Francisco Domínguez derrotó ampliamente al priista Roberto Loyola, siendo esta la primera vez que el panismo recupera un estado que había perdido, y lo que confirma que un buen gobierno no influye en una elección, pero uno malo, sí. Véase Guerrero, Michoacán, Nuevo León y Sonora, donde Claudia Pavlovich, de la mano y operación de Manlio Fabio Beltrones, logró lo que parecía imposible: ganarle al PAN y recuperar el estado para el PRI.
En San Luis Potosí y Colima todo indica que el PRI mantendrá los respectivos gobiernos.
La incertidumbre previa y la alternancia en más de la mitad de los gobiernos en juego documentan la democracia mexicana, aunque una mayoría esté harta de partidos, políticos, campañas y métodos.
RETALES
1. NULOS. Bajó el número de votos nulos pese a la campaña a su favor y aumentó la participación de 44 por ciento en 2009 a 47 por ciento el domingo. Los anulistas habían reconocido que abajo de 7 por ciento sería un fracaso;
2. SERENA. Morena arrebató al PRD su mayoría histórica en la Asamblea Legislativa al ganar 18 distritos contra 14 amarillos; y
3. CERRADO. En Colima, el candidato del PRI, José Ignacio Peralta, aventaja con .35 por ciento a Jorge Luis Preciado, del PAN, cuando faltan de computar 65 actas. El .35 por ciento equivale a 975 votos.
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