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Trump calificó el caso del pedófilo fallecido Jeffrey Epstein como una "caza de brujas" y criticó que el Departamento de Justicia

Volvemos a escuchar en muchas partes que el fracaso de nuestro futbol es como un espejo del fracaso de México. Que nuestro futbol refleja lo que es nuestro país en todos los órdenes, incluida no sé qué disposición anímica ancestral a la derrota, etcétera.

Yo la verdad creo que ojalá y esto fuera cierto y que los problemas de México fueran del tamaño de los problemas de su futbol, porque si así fuera tendríamos desde hace muchos años un país de media tabla, que no mejora ni empeora mucho, pero está de manera consistente, en todos los renglones, entre los mejores dieciséis futboles del mundo.

Y eso en todos los órdenes, con alguna tradición de mejores porteros, y algunos defensas centrales, algunos medios y algunos delanteros de clase mundial, que han brillado en las mejores ligas y los mejores equipos del planeta.

Si eso fuera verdad, si México estuviera en todos los órdenes entre los mejores dieciséis países del mundo, sería un mucho mejor país de lo que es. Y cuando digo todos los renglones, digo todos: desigualdad y pobreza, crecimiento económico, producto interno bruto, ingreso per cápita, corrupción, calidad educativa, calidad del sistema de salud, modernidad tecnológica, estado de derecho, gobernabilidad democrática, calidad de gobierno y el resto de los renglones en que compiten los países todos los días en el torneo de desarrollo y modernidad que se mide todos los años en el mundo.

No sólo no me frustraría haberme mantenido en esa media tabla de los mejores dieciséis países del mundo desde que empezaron los mundiales, sino que casi me lo propondría como una meta nacional. Como una transformación digna de ser buscada y alcanzada por primera vez.

Ahora, sí es una monserga nacional que la selección no atine a jugar más que como una selección de media tabla, aunque, como demuestran las selecciones exitosas, esto parece ser una maldición propia del aspiracionismo irredento de las aficiones nacionales de este deporte: salvo por excepción, no quedan contentas nunca de la forma como juega su equipo. Siempre pudo estar mejor.