Elecciones 2024
Elecciones 2024

El ciudadano tiene compromisos, como persona originaria de un país, que pertenece a una ciudad, debe de efectuar ciertos deberes, entre ellos el salir a votar cuando los tiempos de elección arriben.

La ciudadanía es tener un conjunto de derechos y obligaciones lo que nos hace pertenecer a una comunidad.

Cuando llegamos a la mayoría de edad para poder ejercer nuestro derecho al voto, es que comenzamos a prestar atención a los líderes políticos y sobre todo a los candidatos que están debatiendo entre sí para ganarse nuestra atención y eventualmente nuestra decisión de elegirlos para representarnos.

Según David McClelland buscamos eso “que nos mueve” a través de experiencias con las que nos identifiquemos o sean parte de nuestra personalidad en los líderes que vemos.

Él habla sobre la motivación de logro, de poder y de afiliación. Con esta foto del fotoperiodista Evan Vucci me queda claro que el poder y la afiliación son poderes de atracción de un ciudadano a un candidato político.

Las mujeres que aparecen en el evento de campaña de Donald Trump en North Carolina representan a gran parte de las mujeres que se sienten atraídas por la personalidad del candidato, por sus afiliaciones al partido republicano.

Un tipo de mujeres que hemos venido viendo en distintas coberturas fotográficas durante todo el país norteamericano.

Mujeres que le vitorean como si estuvieran viendo a una estrella de rock, como si fueran invitadas a un concierto de música y a quien tuvieran frente a ellas es al vocalista guapo y provocador que las invita a corear sus canciones y a gritarles como adolescentes eufóricas por corresponder a su mirada.

El fanatismo no solo se da en los deportes o en la música, claro está que en la política también pasa lo mismo.

Más allá de emitir juicios o colocar adjetivos calificativos, eso pasa en toda persona que comienza a sentirse identificado con un “alguien” que puede subirse sobre un escenario y gritar más fuerte que ellas, que puede tomar un micrófono y hacer que la gente presente le siga el ritmo y eventualmente que le aplauda.

Por supuesto, en el caso del político, su mayor logro sea que este tipo de ciudadanas que acuden a sus mítines con semejante emoción, lo voten y lo elijan a pesar de todos sus errores e incluso la misoginia demostrada una y otra vez hacia las mujeres, lo quieran como presidente.

La fotografía de Evan siempre es precisa, captura lo que ve con un ojo tan educado que no pierde el tiempo en mínimos detalles, sino al contrario observa a lo grande, como si su sentido de la vista llegara a cada lugar y realizara un movimiento ocular en toda la periferia, y de menos a más detecta lo que hay que tomar.

El ciudadano - lauragarza-23102020
Asistentes a un mitin de Trump en Estados Unidos. Foto de Instagram/@evan_vucci

Encuentra los colores correctos para iluminar sus fotos, captura las emociones más frías y las más atractivas para los lectores visuales, que somos nosotros. No olvida los elementos claves que contextualizan y dan un sentido de pertenencia.

Pareciera que la propia adrenalina de todo fotoperiodista, él la tiene bien controlada y cada que realiza un click, toma aire para hacer otro. Quizá por pasos, quizá solo porque lo siente así.

Según McClelland la motivación de poder es aquella cuando el personaje intenta controlar la vida o las emociones de la gente, tanto en sentido positivo o negativo, el poder personal que emana Donald Trump sigue atrayendo a seguidores por cada rincón de su país.

Mientras que por parte de los ciudadanos cuando se encuentran reflejados en un candidato en su admirado personaje, ellos encuentran esta afiliación a un “algo” que quizá no lo tienen tan claro, pero se sienten parte de un montón de gente que acude a eventos políticos con los mismos colores que ellas.

Se descubren deseosas de gustar y de ser aceptadas, entonces si por su máximo interés de estar presente en el evento, logran ocupar las primeras filas, es claro que enloquecerán a la hora de que detectan una posible relación afectiva con el “inalcanzable” que admiran tanto.

Bien dicen que el poder crea empatía, aunque no sea para todos, lo logra. Las reacciones emocionales de los ciudadanos a la hora de participar en eventos políticos los dejan al descubierto en su sistema de creencias y su configuración cultural.

Pareciera que con esta imagen, Donald Trump es un líder que sociabiliza, que atiende a su gente y que ha desarrollado enormes capacidades socio-afectivas con un segmento de los ciudadanos norteamericanos.

Esta imagen que vemos aquí, haya sido o no planeada, por aquello de que colocaran a estas tres mujeres con la intencionalidad de aparecer en los medios locales y nacionales para generarle paz al candidato de que la gente está excitada por ser parte de su proyecto.

La cobertura fotográfica de una campaña debe de cubrir todo, como una vista de 360 grados todos los días, desde que amanece, hasta que se apaga la última luz.

Porque el esfuerzo de todos los que trabajan comprometidos con un proyecto, con un partido y con un candidato, se ve reflejado en la emoción de la gente que acude a los eventos, los gritos que vitorean o los que abuchean, las miradas de empatía que logra el de “arriba con los de abajo”, el ritmo de una dinámica tan cansada que pareciera ser igual que la otra.

Los ciudadanos tenemos el fantástico derecho a elegir quién nos gobierne, a salir un día y votar, a sentirnos representados, pero sobre todo, poderosos por haber sido partícipes de un ejercicio tan importante para nuestro país.

Ellas que están allí, nos guste o no, nos representan a todos cuando logramos esa conexión con quién queremos que lleve a nuestro país, aunque claro está que lo que menos queremos es convertirnos en fanáticos si tenemos el máximo poder de solo ser ciudadanos.