Tres temas adquieren relieve para el próximo año: la actuación del Presidente López Obrador a partir de la nueva realidad nacional e internacional, las elecciones intermedias y la situación a partir del impacto de la pandemia en las personas, empresas y comunidades. A diferencia de aquellos que, escépticos, anticipan continuidad en la forma y fondo … Continued
Tres temas adquieren relieve para el próximo año: la actuación del Presidente López Obrador a partir de la nueva realidad nacional e internacional, las elecciones intermedias y la situación a partir del impacto de la pandemia en las personas, empresas y comunidades.
A diferencia de aquellos que, escépticos, anticipan continuidad en la forma y fondo del actuar presidencial, considero que se ha mostrado flexibilidad en varios temas del ejercicio del poder nacional. La relación con el vecino del norte necesariamente va a requerir de ajuste al menos en tres aspectos: el ambiental, el apego al acuerdo comercial y el cumplimiento de los compromisos contractuales con los inversionistas. Todo ello apunta a una modificación de mucha relevancia para la economía. No obstante, el Presidente continuará con un amplio respaldo popular a pesar de las adversas circunstancias que se avizoran.
La elección intermedia reviste la mayor importancia. Desde 1997, en esa contienda, el partido gobernante ha visto disminuir su presencia en la Cámara de Diputados. El hecho de que en 2021 haya un número considerable de elecciones locales concurrentes, remite la competencia a los comicios de ayuntamientos y gubernaturas, por el mayor interés ciudadano. La elección de diputados será un resultado de lo que ocurra en la contienda para cargos ejecutivos locales. Esta situación complica que la coalición gobernante actual pueda mantener mayoría absoluta, aunque se han tomado atinadas decisiones como es la postulación de Clara Luz Flores en Nuevo León.
La pandemia ha impuesto una modificación en todos los aspectos de la vida social y personal. De muchas formas hay un antes y un después. La vacunación abre espacio al optimismo; sin embargo, va a ser un proceso lento y, con realismo, la recuperación de la normalidad apunta hacia finales del próximo año, aunque es previsible que en la primavera disminuyan las cifras de contagio.
La pandemia hace revalorar la salud y lo precario de la vida. También tendrá efectos en la manera de convivir y laborar, como apuntaba Enrique Quintana en El Financiero el pasado viernes. No hay manera inequívoca para concluir que seremos mejores o peores, lo que sí sabemos es que seremos distintos.