Elecciones 2024
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El pasado 31 de mayo el presidente Enrique Peña Nieto cumplió 18 meses de los 72 para los que fue elegido en el 2012. Cada trimestre acostumbramos desde hace muchos años presentar la opinión de los mexicanos sobre su gobierno y sobre las variables fundamentales del país en términos de opinión pública. Ya en estas páginas listé los eventos más importantes del trimestre seis y ahora desgloso el saldo en la opinión pública:

El presidente Enrique Peña Nieto mantiene su aprobación abajo de 50%, aunque logra incrementar un punto respecto del quinto trimestre, que ha sido el más bajo hasta el momento.

Al llegar al sexto trimestre, Salinas lograba la evaluación más alta entre los últimos cinco presidentes con 75%; le siguen Fox (63%), Calderón (61%) y ahora Peña Nieto, con 49%, superando a Zedillo (34 por ciento).

Los grupos que aprueban más al presidente son los priístas y los habitantes del noreste, en cambio los perredistas, el nivel socioeconómico alto y los habitantes del centro son los que peor lo evalúan.

En mayo, tanto del 2013 como del 2014, la reforma educativa es para los ciudadanos lo más importante que ha hecho Peña Nieto, mientras que el “combate a la seguridad” pasa del quinto al segundo lugar de menciones en un año.

Aunque sigue siendo mayoría el grupo que dice no creer cuando el presidente anuncia alguna medida, sube de 38 a 45% en tres meses el grupo que afirma creerle.

De febrero a mayo del 2014, disminuye la aprobación ciudadana al combate a la pobreza y a incrementar inversiones, pero se notan incrementos en combate a la delincuencia y prestigio internacional.

Sólo un tercio de los ciudadanos considera que el país va por el rumbo correcto, porcentaje similar al de los últimos dos trimestres.

Cuatro de cada 10 consideran que el presidente tiene las riendas de lo que ocurre en el país, porcentaje, si bien ligeramente mejor al de hace tres meses, muy inferior a 55% que considera que no tiene las riendas.

En un año todos los niveles de gobierno muestran desplomes en su evaluación, los gobernadores bajan 10 puntos, el presidente baja ocho y los ediles, cinco, manteniéndose como los peor evaluados.

Tanto la economía como la política y la seguridad son consideradas por aproximadamente siete de cada 10 mexicanos en una mala situación; de ellas, la peor es la economía y la mejor, la seguridad.

Los problemas detectados son distintos claramente por regiones, así por ejemplo la inseguridad es percibida en el noreste y centro del país; la crisis económica, en el noroeste, occidente y sureste; el desempleo destaca en el occidente, y en esta ocasión los impuestos alcanzan menciones importantes en el noreste del país.

Al agrupar los problemas en económicos o seguridad, la preocupación por las cuestiones económicas tiene su segundo incremento anual.

Casi la mitad de los ciudadanos (47%) dice haber utilizado Internet en los últimos tres meses, lo que representa una tendencia creciente; no está lejano el momento en que rebase 50 por ciento.

En el caso de Facebook, del 2010 al 2014 ha pasado de 15 a 41% el porcentaje que dice haberlo utilizado en los tres meses previos.

En mayo del 2010 uno de cada 10 ciudadanos reportaba ser activo participante de Twitter; cuatro años después es 15% el que lo dice, es decir se reporta crecimiento del uso de esta red social en al menos 50% de los mayores de 18 años.

Tres de cada 10 mexicanos dicen tener un familiar viviendo en EU, de los porcentajes más bajos desde hace siete años.

CONCLUSIONES

El sexto trimestre estuvo lleno de eventos que movieron la aprobación ciudadana y el saldo parece haberla dejado estable por abajo de 50% que muestra desacuerdo. El ciudadano no solamente muestra desacuerdo con el presidente, pues se registra una gran caída en la aprobación por todas las autoridades, gobernadores y presidentes municipales.

El próximo trimestre tendrá algunos eventos que se pueden ya prever, por ejemplo el Mundial de Futbol, los comicios en dos estados, las discusiones de las reformas energéticas y en telecomunicaciones y las discusiones políticas al respecto, pero habrá otras cuyo efecto en la población en este momento es difícil adivinar, como las acciones contra la inseguridad, el comportamiento económico o incluso la etapa vacacional que inician los estudiantes en julio. Como sea, este trimestre no fue el mejor ni en términos económicos ni, en consecuencia, en términos de evaluación de autoridades. Por el momento, me atrevo a afirmar que no será la inseguridad sino la economía la que influencie la opinión de los ciudadanos, pero no la economía que nos dan los indicadores, no importa lo que digan los analistas sobre el crecimiento esperado para el 2014, lo que realmente importa es la economía familiar, la que dicta el empleo, el sueldo, la inflación en alimentos y en servicios básicos, son ésas las cosas que el ciudadano tomará en cuenta al final del trimestre siete, cuando lo volvamos a medir.