Y aquí está parte de la incertidumbre que se prevé puede surgir. ¿Con qué criterios, experiencia y conocimientos se aplicará la ley…?
El hecho está prácticamente consumado.
La Cámara de Diputados aprobó por mayoría la reforma el Poder Judicial. Y en las siguientes horas lo hará la Cámara de Senadores.
Estaremos arribando a un procedimiento diferente para la selección de jueces, magistrados y ministros, así como probablemente a una reestructura de todo el sistema del Poder Judicial, particularmente en lo administrativo y los ingresos salariales.
El hecho ha generado preocupación no sólo al interior de México, especialmente entre grupos de inversión -al punto de haber dividido al Consejo Coordinador Empresarial, pero en especial un señalamiento puntual y concreto del gobierno de Estados Unidos a través de su embajador en México y después el subsecretario de Estado.
En el fondo lo que preocupa es la certidumbre jurídica respecto la aplicación de las leyes, no sólo por probables deficiencias de quienes arriben a la impartición de justicia, sino por la discrecionalidad en la aplicación de las leyes.
Si bien hoy uno de los candados para aspirar a ser juez, y luego Magistrado o Ministro, está limitado por los procesos de selección del Consejo de la Judicatura o el tener que estar inserto en el sistema de Carrera Judicial, lo cuestionable de la nueva manera en que se determinará quién es apto para esos cargos, no serán finalmente los votantes, sino que habrá una preselección.
Claudia Sheinbaum lo ha señalado como un punto en favor porque no se trata de que cualquier persona pueda ser elegida mediante voto por la población abierta, sin cubrir los requisitos. El problema será quiénes serán los encargados de esas preselecciones, fuera de que exista una normatividad. ¿cambiar todo para que todo quede igual, en el fondo?
Otro aspecto es la calidad o el buen juicio para aplicar las leyes.
Una gran carga de responsabilidad sobre las leyes que están vigentes en el país es del Poder Legislativo.
Los jueces, magistrados y Ministros han tenido como función central cubrir los vacíos legales que deja la interpretación de las leyes. Por ello, la jurisprudencia tiene hoy un peso mayor respecto a las normas en las diferentes materias jurídicas.
Y aquí está parte de la incertidumbre que se prevé puede surgir. ¿Con qué criterios, experiencia y conocimientos se aplicará la ley…? No sólo será juzgar con base en la ley sino en la enorme jurisprudencia y con una visión amplia que permita determinar las mejores sentencias, más allá de las argumentaciones de las partes.
Vienen tiempos de incertidumbre, de una necesaria claridad -sobre todo en las leyes secundarias- que no genere más inquietud y daño a la marcha de la economía nacional.