Por el momento, por si acaso, por las dudas y por si las flies, si la periodista no cuenta con un firme amparo, lo mejor será que se mantenga lejos de la intimidante quinta fiscalía
Otro de los atropellos a la legalidad que caracterizan la gestión de Cuitláhuac García, en general, y en particular en las dos recientes semanas con los levantones y encarcelamiento de la jueza Angélica Sánchez Hernández, ahora se dirige contra Claudia Guerrero Martínez, columnista de Notiver.
Mediante oficio se le citó, informándole que se le asume con “carácter de investigada” y quedó advertida de que “se hará uso del medio de apremio que autoriza el Código Nacional de Procedimientos Penales (fracción 1, inciso C), consistente en el auxilio de la fuerza pública”, si no comparece este martes ante la fiscal quinta de Veracruz, Bianca Janet Reyes Cruz, “en punto” de las 11 de mañana.
El repentino citatorio tiene fecha 14 de junio, vísperas de la captura de la jueza Angélica en un hotel de Ciudad de México cuando salía para intentar entrevistarse con la presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Lucía Piña Hernández.
La conminación oficial se entregó en cuatro distintos domicilios para que Claudia se presente a “la práctica de una diligencia penal”.
La fiscal quinta, reza el escrito de manera redundante, está “adscrita a la Fiscalía de Investigaciones Ministeriales”.
Editora también de los portales digitales Periódico Veraz y claudiaguerrero.mx, la “investigada” comenzó hace dos años a difundir informaciones que desnudan las invenciones del gobernador en torno del asesinato del diputado local del PRI Juan Carlos Molina Palacios (en su rancho de Medellín de Bravo, Veracruz) y la supuesta responsabilidad, como “asesino material”, del empresario inmobiliario Itiel Palacios García.
Cuando se enteró de que sus publicaciones habían molestado tanto al gobernador que al supuesto asesino se le encerró en una celda de castigo y se le privó de comida, Claudia bajó de sus portales los textos de la ira.
¿Qué había publicado?
Entre otras cosas, que el verdadero sujeto apodado El Compa Playa o El Playas no era el detenido (ni se parecen físicamente) y que al momento del asesinato del diputado el imputado estaba en León, Guanajuato, en una fiesta de su hijito (hasta payasos hay de testigos).
Pero también… había evidenciado que Cuitláhuac no tiene “doctorado” alguno, como se afirmaba en su currículum, y divulgado sabrosos chismes de la estrecha relación del morenista con el ex gobernador priista Fidel Herrera.
Por eso el gobernador no perdona a la jueza haber acatado el amparo a favor del empresario a quien, además del homicidio, le endilga el apodo del Compa Playa.
A Claudia Guerrero Martínez se le quiere hoy implicar en el imaginario acto de corrupción de que Cuitláhuac acusa a la jueza porque la periodista balconeó graves omisiones legales y señalado la fabricación de testigos fantasma en el proceso contra Itiel.
Por el momento, por si acaso, por las dudas y por si las flies, si la periodista no cuenta con un firme amparo, lo mejor será que se mantenga lejos de la intimidante quinta fiscalía.