¿Qué hace en la CDMX el brazo insurgente urbano de López Obrador si no tiene más que exigir y controla la estructura de la SEP y otorga las plazas en automático para egresados de las normales?
mayo 21, 2025
La CNTE está a la orden de López Obrador como brazo insurgente urbano. Antes de la pasada elección presidencial, López Obrador no quiso que la Marea Rosa opositora tomara el Zócalo con la Marcha por la Democracia. Un día antes, la CNTE la boicoteó, instalándose en el Zócalo.
Y, ayer, la CNTE se movilizó para impedir el acceso de la prensa a la Mañanera más importante de Sheinbaum en lo que lleva de presidenta: un día antes habían ejecutado, al estilo del narco, a la secretaria particular y al asesor de la jefa de Gobierno en la capital.
La CNTE lleva semanas plantada en la CDMX, aunque Sheinbaum cumplió todas sus demandas y le permite mantener su poder como rectora de la educación en el país, por delante de la SEP, pues decide el ingreso, promoción y permanencia de los maestros en el sistema educativo.
Incluso, horas antes del boicot a la Mañanera, la Secretaría de Gobernación y la de Educación, le habían cumplido un paquete de demandas de última hora, como el uno por ciento de aumento salarial, por encima del nueve por ciento que le había otorgado días antes.
¿Qué hace en la CDMX el brazo insurgente urbano de López Obrador si no tiene más que exigir y controla la estructura de la SEP y otorga las plazas en automático para egresados de las normales? Siguiendo indicaciones de López, quien de colocar y mover plantones sí sabe.
Durante su actual estancia en la CDMX, la CNTE logró modificar el Sistema de Pensiones en 58 años para hombres y 56 para mujeres, evitando que aumente a 60 años; más un incremento salarial del 9% para educación básica desde enero y hasta 1% adicional.
También tumbó la ley que proponía aumentar el cobro de las aportaciones de los trabajadores del Estado con mayor nivel salarial, porque según Martí Batres, el ISSSTE no tiene fondos. Entonces ¿por qué sigue vandalizando la CDMX? Eso lo conoce su jefe de facto, que es López Obrador.
Cómo presidente, López Obrador dio a la CNTE el manejo de la SEP: decide quiénes ocupan plazas y cambios de escuelas de los profesores, Universidad Pedagógica Nacional y Centros de Actualización del Magisterio, así como el contenido de los libros de texto a través de su fan ideológico Marx Arriaga.
El papel dice que “el Estado mantiene la rectoría del Sistema Educativo Nacional”. Pero manda la CNTE, que otorga plazas en automático para egresados de las normales, y deja sin clases a millones de alumnos en Oaxaca, Chiapas y Michoacán para que los reporteros no entren a la Mañanera.
Y sus miembros no pueden ser evaluados, porque López Obrador les dio ese privilegio en la Constitución y no se sabe si son maestros quienes imparten clases a los niños más pobres del país, cuyo futuro, así, es emigrar a EU o integrarse al crimen organizado.
Si: para lo que se ofrezca.