No dudo que los funcionarios sean amables entre sí, pero el panorama en el corto y mediano plazos muestra signos de tormenta
LIC. JESÚS RAMÍREZ CUEVAS,
COORDINADOR DE COMUNICACIÓN SOCIAL,
PRESIDENCIA DE LA REPÚBLICA:
+Los hombres de Estado son
como los cirujanos:
sus errores con mortales.
François Mauriac
El lunes pasado, en la mañanera, el presidente López Obrador soltó una pregunta difícil de contestar: “¿En qué país hay mejores resultados que en México?” Digo que es difícil, porque hay montones de datos duros y oficiales que indican que no, no estamos bien.
Empecemos por el combate a la corrupción, una de las demandas más sentidas de la población y de las promesas más reiteradas por AMLO. En un spot reciente con motivo del VI Informe de Gobierno, don Andrés afirma que su gobierno acabó con este problema, gracias a la economía moral. Pero qué te cuento, Jesús: que el reporte 2023 del Consejo de las Américas y Control Risks sobe la capacidad de los países para detectar y contener la corrupción ubica a Uruguay en el primer lugar con 6.99 puntos de un máximo de 10. En cambio, México está en el lugar 12 con 3.87 puntos; más aún, el reporte señala nuestro país ha empeorado año con año.
Ahora pasemos al sector salud y aceptemos que ya no será como el de Dinamarca. En otro de los spots, tu jefe presume que se han contratado médicos -claro, son cubanos y cuestan una fortuna- y reparado los centros de salud; muy bien. Sin embargo, no se han recuperado los millones de afiliados del Seguro Popular (53.3 millones), pues según la página oficial del propio gobierno, el IMSS-Bienestar no llega ni a la mitad.
La vacunación infantil se ubica 10 puntos porcentuales por debajo de los niveles en que la recibió la 4T; hay inmunizaciones que se encuentran en niveles riesgosos, cuando deben prevenir enfermedades que afectan el resto de la vida, como es el caso de la polio con 69% de cobertura. Para acabar con el tema de salud, cuéntanos sobre la megafarmacia.
En cuanto a la economía, justo es reconocer que se aumentó el salario mínimo, lo mismo que salieron de la pobreza cinco millones de personas, gracias a las dádivas. Por lo demás, la situación no pinta bien, pues la pobreza extrema aumentó en 400 mil mexicanos, hasta llegar a 9.1 millones.
Don Andrés presume finanzas públicas ordenadas; habrá que ver qué entiende por ordenadas. El déficit presupuestal en lo que va del año creció 68%, “el mayor registrado en un segundo trimestre en las últimas dos décadas” (Consultores Internacionales); me temo que tal aumento se deba a que la 4T ya no tiene de dónde echar mano, pues ya agotó todos los fondos de estabilización, fideicomisos, recortes, etc., etc. Al aumento de la deuda ya le perdí la pista; basta con saber que los requerimientos financieros del sector público crecieron 8.9% con respecto a 2023, para llegar a 16 billones de pesos (CEFP, 03/03/2024).
AMLO prometió superar con creces el limitado crecimiento del PIB de los gobiernos neoliberales, el cual promedió 2.5%. Tú mejor que yo sabes que en 2019 el crecimiento del PIB fue de cero, así redondito; en el mejor de los casos, la 4T terminará con un crecimiento promedio anual de 1.0%. Me dirás que se atravesó la pandemia, entonces también explícame por qué otros países sí lograron salir del bache, como fue el caso de Grecia o Chile. Te doy una pista: porque esos países no dejaron un millón 600 mil empresas a “que se rasquen con sus uñas” como sentenció el presidente; en consecuencia, quebraron.
Para cerrar el sexenio, el Banco de México da informes poco entusiastas, pues ajustó la expectativa de crecimiento de 2.4% a 1.5%, debido a que detecta una “marcada desaceleración en la actividad económica”, entre otras cosas por la ralentización “de la construcción nacional, debido a un menor impulso en las obras de infraestructura pública, y por una pérdida de dinamismo en el sector servicios en los últimos trimestres”, mientras que la inflación se elevará casi un punto más para alcanzar el 5.2%.
Hay algo que, de verdad, no acabo de entender de la 4T. Mira, Rosa Icela Rodríguez, próxima titular de SEGOB, declaró hace unos días que la transición “será, sin duda, un proceso terso y armonioso.” No dudo que los funcionarios sean amables entre sí, pero el panorama en el corto y mediano plazos muestra signos de tormenta.
La próxima presidenta no contará con los “guardaditos” para hacer frente a cualquier turbulencia, sea económica o social, sin poner en riesgo su organización presupuestal y financiera. Y encima agitan el avispero con la Reforma al Poder Judicial y las relaciones con nuestros principales socios comerciales, de quienes dependemos, nos guste o no.
En fin, que a doña Claudia, sí que le están dejando un cochinero.
Con la colaboración de Upa Ruiz
X: @upa_ruiz
X: @Lmendivil2015