Los plantados usan como decoración imágenes de López Obrador, quien debiendo y pudiendo hacerlo no ha condenado ni se ha deslindado del linchamiento
Coreando insultos a los periodistas más recurrentemente satanizados en las mañaneras y en especial a Ciro Gómez Leyva y Joaquín López-Dóriga, la chusma que acarreó a la capital el gobernador de Veracruz golpeó el sábado a dos reporteros cuando cubrían el plantón que Morena tiene montado hace un mes ante la Suprema Corte de Justicia.
El día anterior, el presidente López Obrador había vuelto a injuriar a informadores que según él participan en “una campaña” en su contra, esta vez a propósito de la falta de apoyo de la Conade al equipo femenino de natación que logró competir y triunfar en Egipto gracias al respaldo de Arturo Elías Ayub y Carlos Slim Helú.
“No informan; manipulan. Es todo un poder mediático. Como sus jefes saqueaban, robaban, humillaban a la mayoría del pueblo, sobre todo a los pobres de México, ahora están en una campaña en contra nuestra, todos. Les decía yo ayer que siempre los hemos padecido, pero ahora están como nunca, pero todos en coro: Ciro, López-Dóriga…”, dijo el viernes en su soliloquio matutino.
Del ataque a sus compañeros, Ciro tuiteó:
Hoy la agresión afuera de la Suprema Corte fue contra nuestros reporteros Juan Antonio Jiménez y Óscar Rea. ¿Qué sigue, presidente @lopezobrador? ¿Qué sigue, @claudiashein? Y aunque digas que nada tienes que ver, ¿qué sigue @mario_delgado? CGL.
Y Joaquín:
Mire presidente @Lopezobrador_ Así estos cobardes de Morena en el mitin encabezado por @CuitlahuacGJ en la puerta de la Corte. Agredieron a mis compañeros de @Radio_Formula. Esto es lo que siembra en sus mañaneras. Hasta que se registre una desgracia. Lo hago responsable de lo que pueda suceder.
Al principio Morena utilizó a un puñado de sus reservas seniles con cautivas y cautivos de los apoyos sociales, dedicados a injuriar a los ministros que juzgaron inconstitucional el endoso de la Guardia Nacional al Ejército, centrando sus ofensas en la presidenta de la Suprema Corte. Luego se sumaron la anulación de las leyes del plan B que permitían a servidores públicos entrometerse en las campañas electorales y la descalificación del decreto que garantizaba la opacidad en la información de las obras emblemáticas de la 4T.
Los plantados usan como decoración imágenes de López Obrador, quien debiendo y pudiendo hacerlo no ha condenado ni se ha deslindado del linchamiento.
Van cinco meses y una semana del atentado mortal contra Gómez Leyva sin que la Fiscalía de CdMx descubra y dé cuenta de la autoría intelectual y el motivo del intento de asesinato, hecho que bastaría para que el Presidente, sus achichincles y sus fanáticos ni siquiera lo mencionen porque azuzan a la violencia contra su persona.
El viernes, López-Dóriga comentó en Joaquín Marín de do pingüe:
“¿Que formamos parte de una campaña en su contra? Yo lo emplazo, Presidente, a que me demuestre que somos parte de una campaña (…). Lo convoco, lo exhorto a que me demuestre que estoy en una campaña. Me ha mencionado más de 270 veces, lo que es acoso”.
¿Desalojar a linchadores? Ni que fueran migrantes…