Atribuir a la fiscalía los logros en seguridad en la BJ es un desatino colosal, ya que su actuación es posterior a la comisión de los delitos, no su prevención
El 28 de abril de 2019, durante una entrega de uniformes en la explanada de la demarcación, la jefa del Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, declaró:
“No tengo nada más que felicitarlos por el trabajo que se ha hecho aquí en la alcaldía de Benito Juárez, porque cuando uno asume con liderazgo la tarea de seguridad de su alcaldía y la coordinación de las distintas fuerzas, no solo policiacas, sino de gobierno, de participación ciudadana, entonces se pueden coordinar adecuadamente los gabinetes…”.
Tres meses después (29 de julio), en el Salón de Alcaldes de la Jefatura de Gobierno y ante los integrantes de su gabinete de Seguridad, sentada entre el alcalde Santiago Taboada y la fiscal de Ciudad de México, Ernestina Godoy, enfatizó:
“Quiero felicitarlos a todos porque es de las pocas alcaldías que está en verde mes con mes. Prácticamente… no prácticamente… no hay… en algunos casos suben mucho, en un mes bajan mucho, y la tendencia es hacia la baja, pero aquí han mantenido la tendencia por varios meses, así que pues es algo importante. Muchas felicidades…”.
Benito Juárez ocupa el segundo lugar en el país en materia de seguridad, solo detrás del municipio de Garza García, Nuevo León.
La relación entre Sheinbaum y Taboada pasó del gozo al pozo luego de que éste fue reelecto (con más de 70 por ciento de la votación) en los comicios de 2021.
En junio de aquel año la oposición a Morena se alzó con nueve de las 16 alcaldías capitalinas y el panista anunció su precandidatura en 2024 para la Jefatura de Gobierno.
Desde su destape comenzó a gestarse la patraña del “cártel inmobiliario” en BJ y una persecución política contra el alcalde.
Ni una palabra más de su “liderazgo” por parte de Sheinbaum, y los reconocimientos a la seguridad en su área de responsabilidad, avalada en nueve ocasiones por el inegi, ahora Sheinbaum se los atribuye a su fiscal.
La noche de antier, en conferencia de prensa, la precandidata presidencial afirmó:
“Hablan de la seguridad en la Benito Juárez, como si la atribución de la seguridad en una alcaldía fuera del alcalde. Y al mismo tiempo critican a la fiscal general de Justicia. Si no fuera por el trabajo de la fiscal para pacificar y bajar los índices delictivos de la Benito Juárez, no tendría los indicadores que tiene…”.
Lo de que “al mismo tiempo critican” a Ernestina Godoy es porque Taboada y el coordinador de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, denunciarán a la fiscal y a su vocero por lo que hiede a burda fabricación de acusaciones, espionaje a llamadas y mensajes telefónicos, y hasta eventuales cargos por “secuestro”.
El acierto que hoy se regatea a la alcaldía es resultado de un modelo de policía civil de proximidad bajo el concepto Blindar Benito Juárez, basado en el constante patrullaje y la atención oportuna y diligente a la población.
Atribuir a la fiscalía los logros en seguridad en la BJ es un desatino colosal, ya que su actuación es posterior a la comisión de los delitos, no su prevención.