Tiene razón, pero le faltó expresar palabras de empatía y solidaridad a los familiares (víctimas también) de los muchachos
Con la explicación que dio ayer el presidente López Obrador, asumo cierto lo que dijo acerca de lo que el miércoles dio la impresión de recurrir a un mal chiste de sordera para no hablar de la tragedia de los cinco jóvenes de Lagos de Moreno:
“Quiero aclarar lo de ayer que dio pie a una burda manipulación. Ya no saben qué hacer estos corruptos y sus voceros. Ayer, como a ustedes les consta, al final de la conferencia, ya cuando habíamos terminado, empezaron a gritar y no escuché nada, nada. Tan es así que por eso conté ese chiste. Y sin ningún fundamento, de manera perversa, sostuvieron todo el día de ayer en la prensa vendida y alquilada de que yo me había burlado cuando me preguntaron sobre los jóvenes que asesinaron, desaparecieron en los Altos de Jalisco. Toda una mentira, una infamia. Ellos son capaces de todo, yo no. No somos iguales, yo tengo principios, tengo ideales, soy un hombre de sentimientos, no me puedo burlar del dolor, de la desgracia de los demás. Nunca lo he hecho (…).¿Ustedes creen que si yo escucho que me están preguntando sobre eso no contesto?, ¿qué escuché? Nada, nada, por eso me acordé de ese chiste, porque era puro grito y no escucho…”.
Ayer publiqué aquí El chiste de la elusión presidencial basado en los distintos videos donde se escuchan los gritos de reporteros pidiéndole hablar del espeluznante asunto, y estuve seguro de que los escuchó porque, entre los reclamos que le hicieron, también sin micrófono, estuvo el de felicitar a un diario de Tabasco, lo cual hizo de manera comedida.
“No tengo por qué ofrecer disculpas”, expresó. “Es muy lamentable, muy triste esto que está sucediendo. Hay varias hipótesis, pero que hay que esperar, no adelantarnos, vamos a que se avance más en la investigación, y sí hay algunos avances, pero vamos a esperar…”.
Tiene razón, pero le faltó expresar palabras de empatía y solidaridad a los familiares (víctimas también) de los muchachos.
Lo incomprensible fue que después de tocar el tema de manera breve, cambiara súbitamente de tema: “Todos los jueves, una empresa estadunidense hace una encuesta de cómo nos ven los ciudadanos de cada país a los gobernantes, y así estamos: sigue el presidente Modi en primer lugar, luego Suiza, primer ministro, 67, y yo estoy en tercer lugar, en 63, subimos un poquito…”.
EBRARD
El ex canciller Marcelo Ebrard pegó en la línea de flotación de la 4T un misil no solo político, sino penal: que el uso de recursos públicos debió también denunciarlo ante la Fiscalía de Delitos Electorales —que, por cierto, desde antier quedó en obligación de perseguirlo de oficio—, y más aún cuando el Presidente dice:
“Yo entiendo también de que, imagínense, en vísperas de que se decida, pues hay inquietudes y hay dudas razonables, pero somos distintos”.
En duda razonable de su honorabilidad quedan pues: la Secretaría federal de Bienestar, los llamados servidores de la Nación, la dirigencia nacional de Morena y la precandidata Claudia Sheinbaum…