La alusión fue para quienes, ante la insensata falta de información oficial oportuna, exageraron y propalaron que AMLO presentó un cuadro clínico supuestamente letal
Beatriz Gutiérrez Müller también salió al paso de la rumorología y las insidias en torno a la salud de su marido, Andrés Manuel López Obrador.
“Hemos leído, hemos escuchado muchos rumores, chismes, argüendes, de personas que no saben mucho, pero tienen una vastísima imaginación y son capaces de mirar la realidad y transformarla, no necesariamente en un buen sentido (…). Nuestro Presidente está muy bien…”.
La alusión fue para quienes, ante la insensata falta de información oficial oportuna, exageraron y propalaron que AMLO presentó un cuadro clínico supuestamente letal.
Sin proponérselo (quizá porque en ese momento ignoraba el problema), el vocero presidencial, Jesús Ramírez, al negar que su jefe sufrió un “desvanecimiento” y fue trasladado de emergencia al Hospital Central Militar, afirmó inclusive que AMLO continuaría su gira por el sureste.
Pasada la ola, el secretario federal de Salud, Jorge Alcocer, quien según el titular de Gobernación, Adán Augusto López, “es posiblemente el médico con la mejor reputación y preparación del país”, rindió ayer un contradictorio, pero jocoso parte que abona la confusión:
“El estado de salud del señor Presidente es bueno. La infección por el virus SARS-CoV-2 se confirmó unas horas después de su inicio de sintomatología (…). El cuadro clínico de las afecciones actuales es leve, con síntomas de inflamación de las vías respiratorias altas, es decir, del tracto respiratorio de la nariz, de la garganta, y desde luego con fiebre y cansancio. Esta sintomatología es la misma que el señor Presidente ha tenido (…). Ustedes conocen que tiene el antecedente de haber sufrido un infarto al corazón. La evaluación actual es de normalidad; de hecho, hasta la tensión arterial se ha controlado más hacia la baja, pero es porque no está haciendo acciones con toda la población, que son una acción dinámica que eleva tanto la presión arterial (…) Por lo tanto, también la tensión arterial está controlada y en buena situación (…). Lo que requiere es descanso…”.
¿Cómo carajos puede afirmar que el estado de la salud presidencial “es bueno” si padece covid y presenta “inflamación de las vías respiratorias altas, es decir, del tracto respiratorio de la nariz, de la garganta, y desde luego con fiebre y cansancio”? ¿A título de qué si tiende a elevársele la presión y más cuando está “haciendo acciones con toda la población, que son una acción dinámica”?
Se infiere que el médico “con la mejor reputación y preparación del país” no se atreve a sugerirle a su jefe bajarle a la “acción dinámica”, prescribirle reposo prolongado y, si previsiblemente el Presidente no lo pela, renunciar al cargo.
Del asesinato del Seguro Popular, la invención, fracaso y extinción del nefasto Insabi, Alcocer y su escudero Doctor Muerte, Hugo López-Gatell, son corresponsables y cómplices.
Les vienen a la medida las últimas palabras del reproche de Beatriz a los dichos que quedan “en la inventiva de muchos que, pues a lo mejor, no tienen mucho que hacer…”.