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Normal en muchos tribunales estadunidenses y aun si se hace la chica y Genaro García Luna resultara “no culpable”, su juicio ha sido aviesamente injusto, cargado siempre a favor de la fiscalía que logró posponerlo varias veces para buscar sin éxito pruebas fehacientes en vez de solo contradictorios y convenencieros testimonios de una decena de criminales confesos.

La parcialidad empezó cuando un juez ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias, lo que impidió del acusado escoger y pagar un despacho legal para defenderse, asignándole uno de oficio.

Por suerte para GL, el litigante seleccionado por el tribunal neoyorkino fue César de Castro, quien encabezó un reducido pero profesional equipo e hizo hasta ayer lo mejor que pudo con sus alegatos de descargo.

Es incomprensible, por decir lo menos, que el juez Brian Cogan le hubiera permitido a Joaquín El Chapo Guzmán emplear con su dinero de sangre a litigantes curtidos en representar a delincuentes de alto perfil, como los famosos Eduardo Balarezo (representó entre otros a Zhenli Ye Gon y Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo); William Púrpura (de cuyo interrogatorio a El Rey Zambada, por cierto, surgieron los presuntos pagos que llevaron a la cárcel al ex secretario mexicano de Seguridad) y a Jeffrey Lichtman (célebre por representar a algunos de los más importantes capos de la mafia estadunidense y quien decía que El Chapo no fue realmente líder del cártel de Sinaloa, sino Ismael El Mayo Zambada).

Otra decisión de Cogan: intimidar a los miembros del jurado, fue en apoyo de la fiscalía, al ordenar que fueran anónimos y parcialmente secuestrados, imponiendo el prejuicio de que “la peligrosidad” del reo los ponía en peligro.

El defensor le recordó este martes a El Rey que al menos en dos ocasiones declaró haber sobornado a un subsecretario capitalino de Seguridad en 2006 con 3 y hasta 7 millones de dólares “para una campaña”, lo cual hizo con el evidente propósito de equiparar su silvestre dicho con su afirmación de que lo mismo hizo con García Luna, y como si de Castro hubiera inventado tal aseveración, el presidente López Obrador lo injurió por “quererme involucrar este abogado falsario, calumniador, chueco. Resultó más derecho Zambada. Pero si se analiza, este abogado es parte de la misma mafia de García Luna, de los jefes de García Luna y toda la red de delincuencia política, financiera, de cuello blanco, que imperó en el país…”.

Sobre dinero mal habido, AMLO dijo hace poco algo indiscutible:

“Hay cosas que no se pueden ocultar, incluso en asuntos que tienen que ver con delitos o con criminalidad se aconseja que para llegar a la verdad hay que seguirle la pista al dinero”.

Eso precisamente hizo ver de Castro en su cierre de ayer al totalizar 274 millones de dólares que afirman haberle dado a García Luna.

Sumados los 745 millones de dólares por contratos mal habidos que le atribuye el gobierno de la 4T, ¿dónde carajos tendrá ocultos García Luna mil 19 millones de dólares…?