Elecciones 2024
Elecciones 2024

Mañana terminan las campañas. Fueron millones de spots, pero también mucha la información que circuló en las redes y en los medios tradicionales de comunicación. Aunque insulsas y vacuas para muchos, las campañas han sido muy importantes, decisivas incluso, en la definición de las preferencias electorales.

El ejemplo más evidente es Nuevo León. Una contienda que parecía ganada por el PRI se cerró y hoy el resultado es impredecible. Con poco dinero y menos spots, el candidato independiente El Bronco capitalizó el enojo ciudadano y desplazó al PAN como principal oposición. Ese enojo no puede entenderse al margen de la información que circuló sobre el actual gobernador.

En Sonora hubo un vuelco similar. Al inicio de las campañas, el candidato del PAN parecía tener ganada la elección. Hoy, la candidata del PRI encabeza las encuestas por un pequeño margen. En este caso, los escándalos del gobernador Padrés, que incluso fueron usados en spots del PRI a nivel nacional, parecen haber sido la clave en el cambio de preferencias.

Colima era una elección considerada segura para el PRI. Ahora las encuestas más recientes arrojan un empate técnico con el PAN. Aquí el cambio en la intención del voto está vinculado a la incapacidad del candidato priista para aglutinar a su partido y a una ingeniosa y muy efectiva campaña del candidato panista. Una comparación de los spots de ambos candidatos explica en buena medida por qué se cerró la contienda.

En la elección federal las variaciones fueron menores, pero potencialmente muy significativas. Durante la campaña, el PAN perdió tres puntos porcentuales y quedó ubicado cerca del 25 por ciento. Con un PAN disminuido, los 32 puntos sólidos del PRI, sumados a los 11 que el PVEM registraba a inicio de la contienda, parecían asegurarle al PRI una mayoría absoluta en la Cámara de Diputados. Sin embargo, el PVEM perdió el impulso inicial ante un alud de sanciones y sus preferencias cayeron a siete puntos porcentuales. Con ello, esa mayoría quedó en el aire.

Será hasta el domingo cuando conozcamos el acomodo final de las preferencias electorales. Pero el registro de las encuestas muestra que lo que sucede y se conoce en las campañas puede modificar el rumbo de una elección. No por aburridas, las campañas dejan de ser relevantes.