Elecciones 2024
Elecciones 2024

El lunes concluyó el primer semestre del año y con ello aprovechamos para llevar a cabo una revisión del panorama de mercados y los pronósticos realizados a principios del año.

A inicio de año el consenso de expectativas de los principales analistas pronosticaba un año positivo, aunque con mayor cautela, para el mercado accionario de Estados Unidos, con un incremento esperado de 11% en el S&P 500. En este sentido, las estimaciones no han estado alejadas, ya que el S&P 500 ha subido casi 6% durante los primeros seis meses del año.

Esta alza se dio después de un ajuste importante a la baja durante enero y febrero en el cual el S&P 500 tuvo una caída de casi 6% con respecto al cierre del 2013. Fuera de este breve periodo de volatilidad y otro episodio corto durante abril, el mercado ha tenido un alza prácticamente ininterrumpida.

A principios de año mencionamos que a pesar de la fuerte alza en los mercados accionarios durante el 2013, el panorama para los principales índices bursátiles de Estados Unidos (EU) seguía siendo positivo por tres factores:

i) Las tasas de interés de referencia se mantendrían cercanas a cero durante todo el 2014 y parte del 2015; ii) la expectativa de que las tasas de interés de largo plazo se mantendrían muy por debajo de su promedio histórico y iii) que las utilidades de las empresas deberían acelerar su ritmo de crecimiento ante la expectativa de una mejoría en la actividad económica.

Asimismo, mencionamos que si bien buena parte de la apreciación de los índices accionarios en EU había venido de una fuerte expansión de múltiplos, para el 2014 era más probable que el desempeño estuviera dictado por el crecimiento de las utilidades.

De todos estos factores, sin duda el que sigue pesando más en el desempeño positivo de los mercados es la aún muy laxa posición de política monetaria que mantienen los principales bancos centrales a nivel global.

Descontando el primer trimestre del año donde la economía estadounidense sufrió un traspié importante pero aparentemente temporal, el empleo y los indicadores de actividad industrial siguen dando señales positivas. Sin embargo, por sí solas, estas señales de mejoría no serían suficientes para justificar el buen desempeño de los mercados.

Aunque la Reserva Federal (Fed) ha comenzado a retirar liquidez de los mercados y probablemente concluya con su programa de inyecciones de liquidez en los próximos meses, la expectativa de que las tasas de interés se mantendrán extraordinariamente bajas por un periodo prolongado de tiempo continúa soportando el buen desempeño de los mercados accionarios.

Para que los mercados tengan un buen segundo semestre, es necesario que las expectativas de una mejoría en las condiciones fundamentales de la economía se materialicen, pero que al mismo tiempo la Fed no perciba que es necesario comenzar a subir las tasas de interés antes de lo esperado. Éste, sin duda, es un equilibrio delicado, el cual podría ser afectado por choques externos como riesgos geopolíticos que hasta ahora no han afectado al mercado de manera importante. Aunque en la segunda mitad del año podría haber espacio para que los principales índices accionarios sigan subiendo, esto dependerá en gran medida de que la Fed pueda convencer al mercado que la política monetaria no tendrá cambios importantes y que la actividad económica siga progresando.