Esa revisión sobre los capítulos de gasto del Inai, empero, no fueron incluidos en el primer corte del Informe de la Fiscalización Superior, entregado a la Comisión de Vigilancia de la ASF, el último viernes del junio
Cinco días después, los mandos medios y superiores del Inai recibieron la orden de entregar información sobre las erogaciones del ejercicio fiscal 2023 para cubrir las partidas 2000 (materiales y suministros), 3000 (servicios generales), 4000 (transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas) y 5000 (bienes muebles e intangibles). El nuevo titular del Inai, Adrián Alcalá Méndez, concedió una semana para la entrega de los reportes que fueron remitidos a la ASF.
Esa revisión sobre los capítulos de gasto del Inai, empero, no fueron incluidos en el primer corte del Informe de la Fiscalización Superior, entregado a la Comisión de Vigilancia de la ASF, el último viernes del junio.
Hace tres semanas, Colmenares Páramo y su equipo recibieron al director general del IMSS, Zoé Robledo y a su coordinador de asesores, Humberto Pedrero, para la última revisión de dos auditorías en curso: la 189, a la construcción de un nuevo hospital general de zona en Navojoa, y la 194 (forense) al servicio médico integral de laboratorio clínico y anestesia.
Atender los requerimientos de la ASF ha sido un suplicio para el equipo de Robledo Aburto. Al corte generado el pasado 20 de febrero, había 80 observaciones de las revisiones a la Cuenta Pública entre el 2019 y el 2022 sin ser solventadas a plenitud, que implican más de 2,225 millones de pesos sin justificar.
La auditoría 1395-DS de la cuenta pública del 2019 no ha sido solventada y 1,342 millones de pesos siguen pendientes. Esa revisión corresponde al arranque del programa IMSS-Bienestar, que ahora es el basamento del sistema público de los servicios sanitarios.
Bajo la clave U0132019, el IMSS reportó 1,342 millones de pesos como ejercidos, pero la ASF detectó falta de documentación comprobatoria y justificativa de las erogaciones en los siguientes rubros: medicinas, 264,9 millones, y vacunas, 527.3 millones. La partida más grande, empero, correspondió a las compras de productos químicos, farmacéuticos y de laboratorio : 963.6 millones.
Los recursos fueron transferidos a una cuenta bancaria concentradora del IMSS en la Tesorería de la Federación. Sin embargo, al no establecer una cuenta bancaria única y específica para la administración y control de los recursos del programa U013 2019, los auditores determinaron que no se cuenta con información que permita acreditar cuándo se efectuaron los pagos y que éstos correspondan a erogaciones del programa, es decir, que en el origen fue imposible distinguir la fuente de financiamiento del programa IMSS Bienestar. El problema subsiste…