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Los bajos precios del petróleo le darán la posibilidad de comprar empresas del sector que están viendo reducirse su valor de mercado.

A nueve de cada 10 mexicanos les preocupa el tipo de cambio. Armando Garza Sada no es uno de ellos. El presidente de Grupo Alfa vive la depreciación del peso con optimismo: “Vendemos más en pesos y más en dólares”, explica. Piensa que será positiva para México, si no se sale de control: “Muchos países emergentes aprovecharon monedas subvaluadas para consolidar su presencia en mercados internacionales”. Ése fue el caso de Corea del Sur y de China.

Armando Garza Sada es miembro de una de las dinastías empresariales más importantes de América Latina. Nieto de Roberto Garza Sada, uno de los fundadores del llamado Grupo Monterrey, preside el sexto grupo empresarial más grande de México, con ventas por más de 230,000 millones de pesos anuales.

La depreciación del peso le ofrece ventajas a este corporativo. Nemak, una de sus empresas filiales, es el mayor productor de autopartes de México. Tiene 35 plantas en el mundo y alcanzó ventas por 4,600 millones de dólares en el 2014. “Una parte importante de nuestros costos está en pesos, pero todos nuestros contratos son en dólares. Hay una mejora en nuestros márgenes. Eso es bueno para nosotros, pero no es lo definitivo”, dice Garza Sada. La mayor ventaja de esta compañía es su especialización. Es líder mundial en componentes automotrices hechos con aluminio, como monoblocks y cabezas de motores.

Alfa es el corporativo mexicano que mejor se colocó para aprovechar el boom de la industria automotriz. En Nemak se asoció con Ford Motor Co (que tiene 7% de la empresa) y se convirtió en proveedor estratégico de los ocho mayores productores mundiales. Es uno de los 60 mayores proveedores globales de la industria automotriz. Participa de la incursión en nuevos territorios de las grandes automotrices. Está en China, Europa del Este e India. Muy pronto, abrirá su planta número 36 en Rusia.

Volvamos al tipo de cambio. Por la variedad de sectores en los que participa y por la calidad de información que maneja, Alfa es un barómetro muy peculiar. En alimentos tiene a Sigma, una compañía que produce marcas conocidas en México, como Fud, Yoplait y Eugenia. “Ahí muchas de nuestras ventas son en pesos y algunos insumos los compramos en dólares”, detalla Garza Sada, empresario con fama de ser muy analítico, quien explica y hace honor a su fama: “Una depreciación de 10%, en caso de que fuera permanente, nos generaría una presión para subir los precios en el orden de 3 por ciento”. La diferencia está en los costos en pesos y en las eficiencias posibles.

Alfa sirve para asomarse a casi cualquier sector. ¿Qué opinan del precio del petróleo? “La baja no altera nuestro interés por participar en el sector energético”, dice Álvaro Fernández Garza, director general del corporativo y primo de Armando Garza Sada. Este empresario explica que los bajos precios del petróleo les darán la posibilidad de comprar empresas del sector que están viendo reducirse su valor de mercado. Alfa lleva una década en Estados Unidos con una empresa petrolera, Newpek. “Ésa década nos ha dado un aprendizaje enorme que esperamos aprovechar muy pronto”, afirma. Está lista para competir en México. “Participaremos en las próximas licitaciones porque seguimos viendo grandes oportunidades”, refiere. La primera licitación no era atractiva para nosotros, explica. Lo cierto es que sólo fue atractiva para Sierra, Talos y Premier.

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