A esta baja, que es significativa por el lapso, hay que agregar que la inflación subyacente reportada en septiembre, 4.1% anual, sí quedó dentro de las expectativas del mercado
La inflación que ayer reportó el Buró de Estadísticas Laborales de Estados Unidos corresponde al pasado mes de septiembre, por aquellos días el petróleo referencia en aquel país, el West Texas Intermediate (WTI), alcanzaba los 94 dólares por barril y esto se traspasaba a los precios de los combustibles, en especial al de las gasolinas.
No es el único subíndice que explica por qué la inflación general de aquel país subió más de lo esperado por los mercados, 0.4% en comparación mensual y 3.7% en términos anuales, pero los precios de las gasolinas son determinantes en la medición general de precios, su impacto mensual fue de 2.1% el mes pasado.
Hubo otros aumentos significativos, como por ejemplo en los precios de vivienda. Pero al mismo tiempo, los precios de los alimentos tuvieron un incremento más en línea con el proceso de desinflación, de 0.2% mensual.
En fin, el tema es que los mercados reaccionaron a un dato del mes pasado que merece la pena leerse con cuidado.
En cuanto a los precios del petróleo, es un hecho que el estallido de la crisis en Medio Oriente, tras el acto terrorista de Hamás en contra de Israel, provocó una burbuja en los precios del hidrocarburo por ser un commodity directamente relacionado con esa región.
Ese es un conflicto milenario hoy agravado del que es muy difícil predecir sus alcances y extensiones, pero por lo pronto el precio del petróleo (WTI) cierra la semana en torno a los 83 dólares, que es un precio similar al que tenía a finales de agosto cuando sobrevino una burbuja en el costo de los hidrocarburos.
El punto es que, en este momento, mitad de octubre, en comparación con el cierre de septiembre, el precio del petróleo está 10% más barato y eso también repercute en los precios de sus derivados, como las gasolinas.
Ha pasado solo la primera mitad de octubre y si en Estados Unidos midieran la inflación de manera quincenal como en México, es un hecho que se notaría una despresurización de la inflación general por el efecto de los combustibles.
La gráfica del comportamiento del precio de la gasolina en Estados Unidos es muy clara en la disminución del precio quincenal. En números redondos, el promedio de la gasolina regular en Estados Unidos al cierre del mes pasado era de 3.81 dólares por galón y hasta ayer el precio promedio era de 3.61 dólares por galón.
A esta baja, que es significativa por el lapso, hay que agregar que la inflación subyacente reportada en septiembre, 4.1% anual, sí quedó dentro de las expectativas del mercado.
Entonces, con los datos disponibles y con toda la atención puesta en los conflictos bélicos, hasta este punto la respuesta más restrictiva por parte de la Reserva Federal, con un posible aumento de otro cuarto de punto de la tasa de interés, no es tan inminente.
Claro, en un mensaje de intransigencia total podrían recetar ese incremento y sin hablar de una tasa terminal, establecer un costo del dinero que se mantenga por varios meses hasta notar una baja sostenida de la inflación.
Por lo pronto, más allá de la reacción de los mercados por la inflación de septiembre, la primera quincena de octubre no pareció ser tan mala en Estados Unidos.