No hubo abrazos, en el primer intento de la foto oficial del foro sobre gobiernos de coalición. “¿Quién le gana a Morena?”, fustigó un fotógrafo tratando de obtener una reacción
Sería la imagen del día, pero los 12 aspirantes a la candidatura presidencial del frente amplio opositor —en ciernes— denotaron desconfianza. Las tres mujeres fueron llamadas al centro, lo que salvó a Gustavo de Hoyos de aparecer al lado de Silvano Aureoles.
No hubo abrazos, en el primer intento de la foto oficial del foro sobre gobiernos de coalición. “¿Quién le gana a Morena?”, fustigó un fotógrafo tratando de obtener una reacción. “unidad, unidad, unidad”, fue el grito anémico que recorrió la Expo Reforma.
Aureoles levantó el brazo de Beatriz Paredes y Miguel Ángel Mancera… y forzó que los demás tuvieran ese gesto. El exgobernador perredista de Michoacán se robó ese momento. Y con otro ademán —posar con el libro ¡Que nadie se quede atrás!, que contiene propuestas para el plan nacional de desarrollo 2024-2030— que los presidenciables nuevamente subieran al escenario.
Forzada, la fotografía de los 12 aspirantes presidenciales (sólo faltó Ildefonso Guajardo). Al margen quedaron los presidentes de los partidos políticos y los reflectores se concentraron en los juristas Diego Valadés y José Ramón Cossío, sobre todo por el golpe de realidad asestado a los promotores de un frente amplio opositor.
Y es que el marco legal vigente establece que es facultad del presidente electo optar por un gobierno de coalición —AMLO fue el primero en tener esa prerrogativa, pero no la usó—, mientras que el convenio y el programa de gobierno está sujeto a la aprobación del Senado de la República.
“Hay que guardar un enorme cuidado en la elaboración del convenio”, recomendó Cossío, quien además advirtió sobre posibles impugnaciones que tendrían que ser resueltas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. “El programa es la oportunidad mayor para alinear las políticas públicas”.
Antes, Valadés había conminado a evitar “un gobierno de colusión”, lo que sería posible si los actores involucrados negocian la designación de un jefe de gabinete y la integración de un consejo económico y social.
Claudia Ruiz Massieu inauguró la pasarela de los presidenciables de la oposición. “Hay que ganar primero, para hacer realidad ese gobierno de coalición”, acotó. “Ahora es prematuro decir qué alcances tendría… Primero hay que ganar el Senado para construir allí los nuevos acuerdos”.
“Hay que dejar atrás los gobiernos de camarillas”, advirtió el exdirigente empresarial Gustavo de Hoyos, uno de los principales impulsores de Sí por México. Ayer se estrenó como precandidato, con una advertencia puntual a los líderes partidistas que alcanzaron “un acuerdo cosmético” para extender la alianza PRI-PAN-PRD hasta los comicios del 2024. En la definición de la candidatura presidencial, acotó, los representantes de la sociedad civil no quedarán al margen.
“Si realmente queremos construir una coalición, lo primero es asumirnos como mexicanos”, reviró Santiago Creel, quien antes había reiterado su militancia de tres décadas dentro del PAN. “No podemos seguir dividiéndonos. Somos una sola oposición… ¿es posible juntar el agua y el aceite? Si México está de por medio no se puede, ¡se debe!”.
Efectos secundarios
RECTA FINAL. En las últimas dos semanas del periodo de sesiones, la mayoría morenista en San Lázaro llevará al Pleno sus iniciativas sobre aviación comercial y un nuevo marco regulatorio para la industria minera sobre la que la Barra Mexicana-Colegio de Abogados externó su preocupación por sus efectos. “Se haría sumamente nerviosa, o incluso quizá inviable, la inversión privada” en dicho sector pues “se afectarían los derechos adquiridos y el patrimonio de los titulares de las concesiones mineras, así como a los titulares de concesiones de aguas nacionales para uso en minería”.