Si llegaba la Maestra, estaría blindada. Por eso, frente a la puerta principal del IEEM se apostó casi un millar de simpatizantes delfinistas
A menos de 12 horas del primer debate entre las candidatas a la gubernatura del Estado de México, los alrededores de la sede del Instituto Electoral estaban tapizadas de propaganda de Delfina Gómez, aunque no había plena certeza sobre la asistencia de la abanderada morenista.
Si llegaba la Maestra, estaría blindada. Por eso, frente a la puerta principal del IEEM se apostó casi un millar de simpatizantes delfinistas. Al frente, con gafete y fuero, Andrea Chávez y Citlalli Hernández, vocera y secretaria General del CEN de Morena, quienes estaban entre los 55 invitados especiales de Juntos Hacemos Historia.
La comisionada Patricia Lozano Sanabria, presidenta del comité especial que organizó el evento, nunca pudo poner a los morenistas en orden. Ni antes, ni después del encuentro del pasado jueves 20. Todo lo contrario: Horacio Duarte, coordinador de la campaña de Gómez, reprochó el clasismo de la moderadora, Ana Paula Ordorica, y se quejó por la presunta la parcialidad de las autoridades electorales mexiquenses hacia Del Moral.
Cesar Faz, exfuncionario de Aduanas de México, fue el representante acreditado por Duarte ante la Comisión Especial para la Organización del Debate, cuyos integrantes apostaron —equivocadamente— por el consenso para la toma de decisiones. Y a la suerte, como complemento de la equidad.
Lozano Sanabria evaluó 22 probables moderadores del debate pero solo una cuarteta de periodistas presentó a los representantes de las candidatas (Carlos Olivares Plata, de Va por México). Morena insistió en contratar a Azucena Uresti, pero por sorteo fueron seleccionadas Pamela Cerdeira, presentadora de MVS, Imagen TV y compañera en estas páginas, y Ordorica. Originalmente también por sorteo, la primera fue designada para conducir el encuentro del jueves.
Apenas 15 días hubo entre la primera sesión del Comité Especial y el debate. Tal reunión ocurrió a puerta cerrada y —de acuerdo con las minutas, así como fuentes consultadas— allí también se optó por un formato de “moderación activa”, lo que permitió a la moderadora hacer lo que Morena acusó como “clasismo y racismo”: interactuar con las candidatas e intervenir para buscar respuestas directas en los cuatro temas, seleccionados por sorteo.
Hace un mes, en vísperas del arranque formal de las campañas, Alejandra del Moral propuso la realización de cinco debates —uno, cada 15 días hasta las votaciones— sin que Delfina Gómez respondiera al reto. La convocatoria a un tercer debate también vino del presidente de la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión, quien además ofreció coadyuvar a la difusión de los eventos.
Al final, los consejero electorales invocaron al artículo 314 del Reglamento de Elecciones del INE para no organizar más debates. Esa normativa dice textualmente: “Los medios de comunicación, las instituciones académicas, la sociedad civil, así como por (sic) cualquier otra persona física o moral que desee hacerlo, podrán organizar debates con motivo de los procesos electorales sin que para ello resulte indispensable la colaboración del INE”.
El artículo 73 del Código Electoral del Estado de México obliga al IEEM a organizar dos debates que deberán realizarse incluso si no asisten las candidatas y es “información adicional” fue hecha de conocimiento de los representantes por la secretaria técnica del comité especial, Mónica Argelia Mendoza Salgado, quien también funge como coordinadora general de comunicación social del IEEM.
Antes de debate, el Comité Especial convocó a dos sesiones de trabajo a las que se apersonó la presidenta del IEEM, Amalia Pulido. La segunda extraordinaria, el 13 de abril, dio paso a la petición del representante de Gómez Álvarez, para postergar una semana el primer debate. ¿La causa? La agenda de la candidata. Pero los debates —según la normatividad vigente— también es un acto de campaña.
Por unanimidad, se rechazó esa petición. Y también, los acuerdos para ratificar a Ordorica como moderadora del primer debate y aceptar hasta 30 invitados de cada candidatas en el salón de consejos. El 17 de abril se amplió la lista a 55 invitados. Del Moral invitó a su esposo, el diputado federal Mariano González y a los presidentes del PAN, del PRI y del PRD, aunque no acudió Marko Cortés. Delfina convocó a la senadora Citlalli y a la diputada Chávez, así como a Horacio Duarte, Mario Delgado e Higinio Martínez.