Lucen cortos, previsibles, sin gran cosa que ofrecer. Los ahogan las capuchas en que están metidos, las reglas que les impuso su destapador. Conforme dejan de estar solos en el escenario, dejan de lucir invencibles
La ley y el tiempo caen sobre un gobierno que quería saltarse ambos: imponer su ley y prolongarse en el tiempo.
La realidad lo acota. Su diseño transexenal, que parecía potente, se desdibuja. Sus precandidatos se achican al contacto real de las campañas.
Lucen cortos, previsibles, sin gran cosa que ofrecer. Los ahogan las capuchas en que están metidos, las reglas que les impuso su destapador. Conforme dejan de estar solos en el escenario, dejan de lucir invencibles.
La oposición apareció como competencia creíble en la contienda de 2024. El paso de Xóchitl Gálvez es sorprendente, pero en el día con día que registran los medios, los otros aspirantes de la oposición lucen también más interesantes, o por lo menos más libres, que los aspirantes de Palacio.
Quizá sobre todo eso: libres. Los aspirantes oficialistas pelean amarrados en busca de un voto único, y se les nota.
Sheinbaum repite frases del Presidente; Ebrard quiere crearle una secretaría de Estado al hijo del Presidente; Adán Augusto dice que es el verdadero hermano del Presidente; Monreal promete que se morirá unido a la causa del Presidente.
Del otro lado, Xóchitl le gana esgrimas todos los días al habitante de Palacio, De la Madrid habla con solvencia de los problemas del país, Beatriz Paredes luce como la mujer pensante que es y Creel plantea la urgencia de un regreso a la ley y a la Constitución, justo lo que van ordenando la Corte, los tribunales y la realidad.
La oposición puede hablar sin restricciones, cubrir todo el terreno problemático del país y además puede criticar al Presidente.
Los candidatos oficialistas no pueden hablar con claridad de los problemas y tienen que cuidar la piel del Presidente. Lo cierto es que pelean amarrados, cosidos al brazo de un guía que ya no puede garantizarles el triunfo.
El tiempo, mientras tanto, va exhibiendo un legado de gobierno difícilmente reversible: crimen desbordado, obras a medias, corrupción tolerada, carencias trágicas en salud, más pobres y mayor desigualdad.
Los aspirantes oficialistas ofrecen seguir con esto: continuidad. Los aspirantes de la oposición proponen revertir esto: cambio.
¿A quién le pintan mejor las cosas hoy, 18 de julio de 2023?
https://www.milenio.com/opinion/hector-aguilar-camin/dia-con-dia/la-ley-y-el-tiempo