La maniobra oficial tiene un fondo de cinismo delictuoso. Para conseguir la reforma judicial que “limpiará de corrupción” a la justicia, el gobierno corrompe la justicia
Notable que, para lograr la aprobación de su reforma judicial, llamada a “limpiar de corrupción” la justicia, el gobierno use corruptamente sus poderes judiciales y amenace con ellos a los senadores que se oponen.
Esta es la queja común de la oposición: sus senadores están recibiendo ofertas de beneficios políticos y económicos por su voto, pero sobre todo están siendo amenazados.
Unos, hasta en su seguridad física por el crimen organizado, lo cual ya es bastante decir: criminales pujando por la reforma judicial del régimen.
La mayor parte de las amenazas, sin embargo, son expedientes judiciales construidos ad hoc, para ser ejercidos si el senador se niega a la coacción, o para ser olvidados, si accede a ella.
Este ha sido un modus operandi del actual gobierno, desde que usó ese procedimiento para obtener la dimisión del ministro de la Corte, Eduardo Medina Mora, y del presidente de la Comisión Reguladora de Energía, Guillermo García Alcocer.
También lo usó para encarcelar a Rosario Robles, sin delito formal acreditado, y para mantener en el exilio al actual senador Ricardo Anaya, con la amenaza de un juicio que iba a empezar por decretarle la prisión preventiva oficiosa.
Con gran detalle refirió ayer Ricardo Raphael de la Madrid en MILENIO la extorsión judicial que pende sobre el actual senador Yunes y sobre su familia: el padre y el hermano.
Los amenazan con ejercer contra ellos expedientes de delincuencia organizada en un caso, daños patrimoniales en otro y peculado en uno más.
Según Ricardo Raphael, esto ha bastado para que los Yunes se plieguen y den su voto a favor de la Reforma.
Creo que una manera más efectiva de evitar la extorsión judicial de que están siendo víctimas sería, para los Yunes, mantener su voto en contra y exhibir lo que sucede. Pero es muy fácil especular con los riesgos que corren otros.
La maniobra oficial tiene un fondo de cinismo delictuoso. Para conseguir la reforma judicial que “limpiará de corrupción” a la justicia, el gobierno corrompe la justicia.
“Para eso quieren el control del Poder Judicial, para someter a quien se les oponga”, dice Ricardo Raphael, a propósito de los Yunes.