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Nuestros migrantes en Estados Unidos nos dan el primer aporte al PIB. El pasado Día de las Madres mandaron 3 mil 150 millones de dólares. Pero México desprecia a los migrantes que vienen aquí, más que Estados Unidos, donde Trump considera a los nuestros, asesinos y leprosos.

Una encuesta publicada ayer por The Washington Post y Reforma sobre migración en México indica que:

  • El 51 por ciento aprueba que las Fuerzas Armadas combatan a los migrantes.
  • El 55 por ciento quiere que los deporten.
  • El 64 por ciento dice que son una carga para México.

Una encuesta de Gallup publicada el 1 de julio sobre migración en Estados Unidos indica que:

  • El 41 por ciento aprueba que se usen más patrullas de guardias fronterizos para combatir a los migrantes.
  • El 41 por ciento quiere que los deporten.
  • El 37 por ciento está a favor de la construcción de un muro fronterizo con México.

Los mexicanos tienen un sentimiento antimigrante más rabioso que el de los estadounidenses. Es un sinsentido penoso y vergonzante, porque hay 20 millones de mexicanos ganándose la vida como inmigrantes en otro país y, a la vez, mandando a México el 2.3 por ciento de su PIB.

Lo único que falta, para seguir pareciéndonos al Estados Unidos de Donald Trump, es que el nuestro gobierno gane puntos en las encuestas por los escandalosos récords de deportaciones que está sumando desde mayo.

Porque ayer la encuestadora Rasmussen Reports reveló que Trump subió cuatro puntos (de 46 a 50 por ciento) en el índice de aprobación, después de su pelea racial contra legisladoras latinas, musulmanas y negras, a quienes les dijo que “si no les gusta este país, que se vayan”.

Mientras, aquí, más de la mitad (el 55 por ciento según Washington Post y Reforma) quiere que deporten a los migrantes que llegan al país con la idea de cruzar a Estados Unidos para hacer lo mismo que nuestros paisanos: enviar remesas a los suyos.

Porque México ocupa el primer lugar entre los países latinoamericanos beneficiarios de las remesas en Estados Unidos (el año pasado, con 33 mil 480 millones de dólares), seguido por Guatemala (siete mil 427 millones) y República Dominicana (cinco mil 534 millones).

Por lo pronto, la 4T arreció el ritmo de expulsiones de migrantes a sus países de origen: de diciembre a mayo, devolvió a 80 mil centroamericanos, y mandó a 10 mil militares a la frontera sur, para impedir que entren, y 15 mil a la norte, para impedir que salgan.

Hace lo que le festeja más de la mitad de sus gobernados.

Y es, tristemente, no valorar lo duro que es buscarte el pan fuera de donde naciste.