Lo que me parece aún más grave es la actitud de ambos de pulverizar a quien se opone a su voluntad, para quedar solos y que únicamente sus “chicharrones truenen”
La llamada Cuarta Transformación (4T), encabezada por Andrés Manuel López Obrador, y el movimiento Make America Great Again (MAGA), encabezado por Donald Trump en Estados Unidos tienen mucho en común, incluso podría decir que parecen hermanos. Qué les parece si exploramos su principal coincidencia: sus líderes.
Tal vez en este momento ustedes estén pensando que estoy un poco desorientado, porque López Obrador y Trump no se parecen en nada. Si nos quedamos en la capa exterior, las diferencias saltan a la vista. Sin embargo, si excavamos un poco más encontraremos coincidencias importantes en su manera de pensar.
Ambos, López Obrador y Trump, tienen espíritu mesiánico; piensan que con sus acciones están corrigiendo el rumbo errado de México y Estados Unidos, producto de años de malos gobiernos. Ambos aseguran que con sus respectivos movimientos recuperarán la grandeza de México y Estados Unidos.
Sin embargo, en su “esfuerzo” por recuperar la “grandeza” de ambas naciones han recurrido a tácticas que miran al pasado y no al futuro, por ejemplo en el sector energético.
Durante su sexenio López Obrador quiso regresar al petróleo su carácter de palanca del desarrollo nacional, lo que lo llevó a ordenar la construcción de una refinería petrolera, con el objetivo de conseguir la autosuficiencia en la producción de gasolina, objetivo que no consiguió y se ve muy difícil de alcanzar.
En cuanto a la generación de electricidad el expresidente mexicano desdeñó la generación limpia y favoreció la basada en combustibles fósiles.
Pero el inquilino de la Casa Blanca por segunda ocasión no canta tan mal las rancheras, también es un partidario de las energías fósiles. Ejemplos de ello es la cancelación de los incentivos para la compra de autos eléctricos y el apoyo a la construcción de vehículos con motores de combustión.
Pero Trump no cree tampoco en el cambio climático, lo que lo llevó en su administración anterior a retirar a Estados Unidos del acuerdo de París sobre el tema, decisión que fue revocada por Joe Biden y que Trump volvió a tomar apenas regresó a la Casa Blanca, retiro que será efectivo a partir del año entrante.
En el aspecto económico ambos líderes han dictado medidas proteccionista para “proteger” a sectores que ellos consideran sensibles, aunque ello, en algunos casos, viole acuerdos internacionales.
López Obrador durante su administración tomó medidas que protegían a Pemex y CFE, mientras que Trump está empeñado en desatar una guerra comercial internacional, muestra de ello la reciente imposición de aranceles a todas las importaciones de aluminio y acero que realiza Estados Unidos.
Pero lo que me parece aún más grave es la actitud de ambos de pulverizar a quien se opone a su voluntad, para quedar solos y que únicamente sus “chicharrones truenen”.
EN EL TINTERO
Increíble que la presidenta Sheinbaum descalificara la investigación la investigación contra Cuauhtémoc Blanco. Claro está pronunció las frases clásicas: “No vamos a encubrir a nadie”… “Que se investigue”.
Pero al hablar del caso la presidenta también comentó que se le hacía rara la actitud del ahora exfiscal de Morelos de proceder contra Blanco días antes de su destitución. Este caso dará para más.
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