Minuto a Minuto

Nacional La reforma judicial, el distractor de AMLO
            Y por si quedara duda, lo que había dicho que era irreductible, elegir por voto directo a jueces, magistrados y ministros, ayer reiteró que además es inamovible, lo que viene a confirmar que ya todo lo demás es un trámite
Internacional “Estoy orgullosa de ser la compañera de Biden”: Harris intenta acabar con los rumores
Kamala Harris intentó acabar con los rumores sobre la posibilidad de que reemplace al presidente, Joe Biden, en la carrera por la Casa Blanca
Internacional Aumentan a 121 los muertos por estampida tras ceremonia religiosa en India
En India aumentó a 121 el número de muertos en una estampida provocada por una multitud tras una ceremonia religiosa
Nacional Suspenden clases para el jueves y viernes en Quintana Roo por la llegada de “Beryl”
Las autoridades llamaron a la población a "mantenerse atenta a los comunicados oficiales de Protección Civil" ante la llegada de "Beryl"
Nacional Pronostican lluvias puntuales intensas en seis estados del país
Las lluvias puntuales intensas serán en los estados de Chiapas, Chihuahua, Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Sonora, informó el SMN

La historia de los tlaxcaltecas contada por ellos mismos, recordada por Federico Navarrete, desafía la leyenda de una población prehispánica sometida a sangre y fuego por los conquistadores españoles. (“La memoria tlaxcalteca de la conquista” http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/2619/2616).

La historia de los tlaxcaltecas restituye el hecho central de la conquista, en particular de la caída deTenochtitlan, a saber: que la derrota de los mexicas fue el resultado de la alianza de los españoles con los señoríos indígenas tributarios, hartos de la dominación de los mexicas.

Todo el que haya leído las crónicas de Cortés o Bernal recordará los pasajes donde se describen los ejércitos que asedian a la gran ciudad lacustre. Están formados por cientos de españoles y por miles de tlaxcaltecas, texcocanos, chalcas.

La mecánica militar, política y pasional de la conquista no fue la del choque de los conquistadores españoles con los pueblos indios, sino la de su alianza con los señoríos enemigos de la Gran Tenochtitlan y sus señores.

La historia de los tlaxcaltecas victoriosos, escrita por ellos mismos, no es, en efecto, la de una derrota sino la de una alianza.

Vindica, dice Navarrete, que adoptaron voluntariamente la religión católica en 1519, para volverse “aliados legítimos de los conquistadores”; enaltece la figura de Malintzin como emblema de esa alianza; presume la participación tlaxcalteca en la conquista de más de 50 pueblos; ve a la ciudad de Tlaxcala, “construida ya con la traza de una ciudad cristiana”, como un centro del “nuevo orden político y religioso de la Nueva España”.

A partir del siglo XIX, sigue Navarrete, “la memoria histórica tlaxcalteca ha sido negada por los nacionalistas”, “ignorada por los académicos” y “tergiversada al grado de ser incluida en la Visión de los vencidos”.

Concluye Navarrete: “La destrucción del mundo indígena que solemos atribuir al malvado colonialismo de la conquista ‘española’, es en realidad el producto del nacionalismo intolerante de los ‘mexicanos’”.

Conviene recordar esto ahora que la Ciudad de México emprende la delirante aventura de renombrar sus calles con orgullo de mexicas originarios, y de inventarse la idea de una “fundación lunar de Tenochtitlán”, en 1321.

La culpa en esto no es de los tlaxcaltecas.