Sería interesante saber por qué, con qué derecho EU, se arrogó el nombre de todo el continente (América) para autodesignarse. Pero eso es otra historia
El 12 de octubre de 1492, accidentalmente, el almirante genovés, Cristóbal Colón, al servicio de la Corona española, llegó a lo que hoy es el continente americano. El humorista Marco A. Almazán, comparó la aventura de Colón con el devenir de algunos gobiernos de presidentes mexicanos: No sabía dónde iba, no supo adónde llegó y todo lo hizo con dinero prestado.
Durante años, el 12 de octubre llegó a ser en nuestro país una fiesta cívica, día feriado, con el nombre de Día de la Raza.
La conmemoración tiene, obviamente, su origen en España. El 23 de septiembre de 1892, la reina regente, María Cristina de Habsburgo Lorena, firmó un Real Decreto, para que a partir del 12 de octubre de ese año, al conmemorarse los cuatro siglos del Descubrimiento de América, se considerará el 12 de Octubre como el Día de la Fiesta Nacional de España. Posteriormente, en 1918 el rey Alfonso XIII y Antonio Maura, Presidente del Consejo de Ministros, firmaron otro decreto en el que al título de Fiesta Nacional Española se le antepusiera el de Fiesta de la Raza.
Ya en 1914, Faustino Rodríguez-San Pedro, presidente de la Unión Ibero-Americana, organización fundada en 1885 con el objetivo de “estrechar las relaciones sociales, económicas, científicas, literarias y artísticas de España y Portugal con las naciones americanas”, había propuesto que al 12 de octubre se le denominara el Día de la Fiesta de la Raza, título que, al año siguiente, cambió por el Día de la Raza.
En México, oficialmente desde 1928, por iniciativa de José Vasconcelos, en alusión a lo que él llamó raza iberoamericana, para significar el mestizaje y el sincretismo, se comenzó a celebrar el Día de la Raza.
Por esas mismas fechas un sacerdote español monseñor Zacarías de Vizcarra, concibió la idea de que en esa fecha se celebrará el Día de la Hispanidad. Idea que retomó en 1935, Ramiro de Maeztu, quien pronunció en la Academia Española un discurso sobre el Descubrimiento y la Colonización de América que publicó con el título de Día de la Hispanidad.
Pero fue el funeralísimo, Francisco Franco, quien determinó, oficialmente el 10 de enero de 1958, que el 12 de octubre fuera el Día de la Hispanidad. Cosa que hizo poca gracia en América Latina. En contrapartida, se empezó a decir de manera eufemística que el 12 de octubre se celebraba el Encuentro de dos Mundos. Cuestión discutible porque para que dos mundos se encuentren tienen que buscarse el uno al otro y no que uno de ellos, de chiripa, se tope con el segundo.
Con el tiempo, casi todas las naciones latinoamericanas han sido refractarias a la celebración que con diversos nombres se le ha dado al hecho, si bien, circunstancialmente histórico, no necesariamente benéfico para los pueblos originarios. El 18 de diciembre del 2020, por decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador se cambió la denominación del 12 de octubre por el del “Día de la Nación Pluricultural”.
El pasado sábado la presidenta de nuestro país, la doctora Claudia Sheinbaum, rechazó llamar al 12 de octubre “día de la raza o de la hispanidad”. Manifestó que la llegada de los españoles a América representó el sometimiento y la extinción de los pueblos originarios. “Nadie nos descubrió, aquí ya había un México desde antes, confirmado por sus grandes culturas”.
Por cierto en Estados Unidos, el 12 de octubre se celebra el Columbus Day –día de Colón– y en algunos estados también se le llama Día de la Raza, aunque existe una tendencia a cambiar la denominación por la del Día de los Pueblos Indígenas.
Sería interesante saber por qué, con qué derecho EU, se arrogó el nombre de todo el continente (América) para autodesignarse. Pero eso es otra historia.
Punto final
Si Cristóbal Colón hubiera llegado a tierras estadounidenses en lugar de a las Antillas la Migra no lo hubiera dejado desembarcar.