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‘Soy un ciudadano político’, por Max Kaiser
El Ciudadano Político. Ilustración de Viviana Hinojosa

Publicado originalmente en maxkaiser.com.mx. Por Max Kaiser.

Son tiempos de definiciones “¿Con quién estás? ¿A quién apoyas? ¿En qué crees?” me preguntan de mil maneras, tratando de extraer una definición concreta, que me ubique en un cajón o en otro. Ya no parece suficiente presentarte con tu nombre y apellido, ahora también tengo que declarar mi filiación política, creencias, valores, orientación sexual y catálogo de logros y contribuciones, antes de ser considerado como alguien confiable, para un grupo específico. Hemos convertido a las relaciones personales, y en especial a las que tienen que ver con política, en un mundo caricaturesco de decisiones simplonas y definitivas, siempre ubicadas en los polos, que no dejan espacios para el encuentro en un punto medio, ni para la reflexión. Y así, millones de personas portan orgullosos una etiqueta que los define y los limita, para que otros se sientan tranquilos.

¿Con quién estas? Conmigo ¿A quién apoyas? A mí ¿En qué crees? En mí. Me explico. Por años he vivido cómodamente en ese mundo de etiquetas rígidas y concretas, que exigen definiciones permanentes e inflexibles. Por años me dediqué a llenar las casillas correctas de ese currículum perfecto que me haría “confiable” para aquellos grupos a los que yo quería pertenecer. Y lo conseguí. Las llené prácticamente todas. Cubro todos los requisitos. Soy una persona “confiable” para los clubes “correctos”. Fue agotador. Pero inútil. Las llené todas y no me siento mejor, ni más feliz. Pero no fue una pérdida de tiempo, fue un proceso, un camino. Hoy quiero viajar más ligero, caminar más pausado, para ser más feliz y útil, para servir y crecer permanentemente.

A mí me hace muy feliz ser útil. A mí me hace muy feliz servir. A mí me hace muy feliz ser un CIUDADANO POLÍTICO que contribuye a mejorar las condiciones de vida de su país. Me hace muy feliz participar en la política para construir un país más justo y lleno de oportunidades para todos. Eso me hace feliz.

En este camino de reencuentro conmigo he tratado de construir un rompecabezas de características que me impulsan a ser un CIUDADANO POLÍTICO, y se los quiero compartir, con la ilusión de que ustedes quieran reencontrarse a ustedes mismos a través de esos valores. Son 10.

Libertad. No más etiquetas, no más límites autoimpuestos, no más reglas artificiales y externas que impiden desarrollar todo el potencial que existe en mí. Quiero ser libre para tomar mis propias decisiones y conducir mi vida como yo quiero.

Responsabilidad. La libertad solo puede ejercerse adecuadamente si se hace con responsabilidad, es decir, con la conciencia plena de que voy a responder por todo lo que hago, digo y dejo de hacer. Solo se puede ser realmente libre si me hago cargo de cada una de mis acciones, emociones pensamientos y omisiones.

Humildad. La responsabilidad solo se puede ejercer si tengo la humildad de reconocer que no soy perfecto, que ya no pretendo serlo, que me equivoco muy seguido, y que tengo el derecho de corregir. No quiero ser perfecto, quiero ser feliz.

Congruencia. La humildad es más fácil cuando hay congruencia entre las cosas que creo, pienso y digo, con aquellas que hago o dejo de hacer. Es más fácil ser humilde cuando hay claridad y relación entre el fuero interno y el externo.

Valor. Para ser congruente se necesita tener mucho valor, porque no es fácil empatar lo que pienso y siento, con aquello que hago y digo. Se necesita mucho valor para ser, hacer y decir cosas que chocan con los requisitos de los clubes adecuados y los grupos deseados. Se necesita mucho valor para no pertenecer, y ser feliz a pesar.

Serenidad. Para tener valor se necesita mucha serenidad, porque solo a través de la paz interna se puede encontrar el equilibrio que se necesita para caminar sin pertenecer, para ser sin corresponder.

Colaboración. Una gran forma de mantener la serenidad es encontrar personas que creen en lo mismo que tú, y estén dispuestas a colaborar contigo en todo aquello que los une y los hace similares a ti.

Respeto. Pero la colaboración sólo es posible a través del más profundo respeto a las diferencias y a la diversidad. Solo es posible encontrarse con el otro y crear una relación profunda y permanente, a través de la conciencia y el aprecio a las diferencias.

Resiliencia. Este camino es más largo y complicado que el de los clubes privados y las etiquetas rígidas. En este camino no es suficiente con cumplir. Se falla seguido. Las caídas son constantes y no hay meta. Se van a presentar toda la vida, y está bien. La resiliencia es esa capacidad de tomar fuerza y valor de cada tropiezo, y seguir caminando hacia adelante.

Paciencia. Todo lo anterior es un camino, no una receta. No es el nuevo currículo que tengo que llenar, es una forma de vida que tomará tiempo y mucha disciplina. Paciencia es algo que nunca he tenido, ya va siendo hora de trabajarla.

Este es el rompecabezas que he logrado armar hasta ahora que llamo CIUDADANO POLÍTICO, y será mi guía en este tiempo de definiciones. Todos los movimientos, ideas, personas y proyectos en los que participe serán aquellos que me permitan ser un buen CIUDADANO POLÍTICO.

Mi invitación para ti es que tomes lo que te sirva de este concepto y construyas el tuyo, para cuando te pregunten “¿Con quién estas?” Puedas responder lleno de seguridad “CONMIGO”.

'Soy un ciudadano político', por Max Kaiser - viviana-hinojosa-ilustracion-12102020
El Ciudadano Político. Ilustración de Viviana Hinojosa