La abuela de los menores, que sobrevivió al suicidio colectivo, podría ser llamada a declarar la próxima semana
Los hermanos de Mireya Agraz, mujer que envenenó a sus hijos y posteriormente se suicidó en San Jerónimo, pidieron un amparo federal con la finalidad de evitar ser detenidos.
La medida se tomó derivada de las indagatorias que se encuentra realizando actualmente la Procuraduría General de Justicia por el multihomicidio.
El subprocurador de Averiguaciones Previas Desconcentradas de la PGJDF, Óscar Montes de Oca Rosales, confirmó que las autoridades de la Ciudad de México ya fueron notificadas de los amparos.
La abuela, que se considera la única testigo de los hechos y que sobrevivió a ellos, Rosa María Cortés de 68 años, también solicitó un amparo contra cualquier orden de detención pero, debido a que no existía ningún proceso en su contra se consideró innecesario por lo que ya fue imputada y podría ser llamada a declarar la semana entrante.
Con información de Excélsior