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Para alusiones personales y vejaciones al Ejército

Armas de uso exclusivo del crimen organizado. Florestán.

Se dio a conocer una lista de medios de comunicación propiedad parcial o total de periodistas, entre ellos lopezdoriga.com, empresas de comunicación a las que el anterior gobierno compró publicidad, como a la mayoría de los medios, y se quiso presentar como un descubrimiento de algo escondido producto de una profunda investigación, cuando siempre fue información abierta, pública y transparente en Compranet. Debo reiterar que nunca hubo ni ha habido, nada oculto o ilegal. En el caso de lopezdoriga.com, como en muchos otros, están cumplidos todos los requisitos de ley, como en la publicidad de empresas privadas: facturas, testigos de los banners en el portal y en los spots en el caso de la radio a los que por contrato tengo derecho, contabilidad, declaraciones fiscales, pago de impuestos en una empresa en la que trabajamos 25 personas. Coincido con lo que dijo el presidente López ObradorLa publicidad es legal, todos los gobiernos contratan publicidad, el suyo también. No hay, pues, nada ilegal a pesar de que los operadores oficiales en redes lo hayan querido presentar como tal, en una lapidaria ofensiva para acallar y eliminar la crítica, lo que conmigo no lograrán.

Y al tema.

En un operativo militar en La Huacana, Michoacán, se decomisaron armas de uso exclusivo del crimen organizado, como un rifle Barrett calibre 50 capaz de derribar helicópteros. El armamento lo traía un grupo a los que algunos identificaron como autodefensas aunque ellos lo rechazaron: ¡Somos pueblo cabrones!

El domingo grupos bloquearon los accesos a la comunidad, cerrando las salidas a una partida de veinte soldados a los que desarmaron, robaron, insultaron y retuvieron  secuestrados por más de doce horas.

La agencia de noticias Quadratín, obtuvo algunos de los videos, que grabaron los mismos agresores. En uno, el jefe de los que exigía que les devolvieran las armas decomisadas la víspera, ordenó a un capitán que llamara a su jefe, un teniente coronel para decirle que si no les devolvían las armas no los soltaban.

El clímax se produce cuando el cabecilla, le quita el celular al soldado y ordena al teniente coronel del Ejército Mexicano que entregue el armamento en el mismo lugar que se los quitaron y que lo mande con destinatario al pueblo.

Lo siguiente que se supo fue un reporte militar, ayer, dando a conocer que los soldados estaban ya libres.

No se informó en qué condiciones los rescataron o si los soltaron.

El punto de este agravio a las Fuerzas Armadas es en dos sentidos: uno, la videograbación en el que los someten, vejan y desarman, para que vean quién es quién en la zona, y el otro es al interior del Ejército, donde aparecen, en el desánimo, desamparados.

Y esto tiene que cesar.

Está en manos del presidente de la República como Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas.

Nos vemos mañana, pero en privado.